El cuadro más caro del mundo, subastado en 450 millones de dólares, es falso. El Salvator Mundi, atribuido a Leonardo “Es del taller, pero no es de la mano de Leonardo”, es la conclusión a la que llegaron los investigadores, de Museo de Louvre de París al analizarlo con un acelerador de partículas, lo más avanzado para estudiar obras antiguas. En 2017 cuando subastaron la pintura escribí que no era de Leonardo, https://www.avelinalesper.com/2017/12/leonardo-da-vinci.html
No es necesario un acelerador de partículas, es evidente que
las teorías de Leonardo se contradecían en esa obra. El asunto es que el jeque
árabe que pagó por la pintura esa cantidad obscena, está disgustado porque el
acelerador de partículas fuera insobornable, a diferencia de los “expertos” que
lo autentificaron.
El periodista francés Antoine Vitkine reveló en un valiente
documental que el heredero saudí Mohamed Bin Salman, presionó al gobierno
francés para que expusieran la pintura en el Louvre, al lado de la Mona Lisa y
la autentificaran. No lo hicieron en una muestra de ética artística. Es una práctica
común que para autentificar una obra falsa se pagan a unos “expertos”, e inventen
su dictamen y posteriormente la expongan, una vez catalogada, esa obra se
considera auténtica. Es un lío, porque así la obra no sirve ni para tapar un
hoyo en la pared, vaya ni para imprimir calendarios o ceniceros.
Tranquilos, aquí tengo
la solución: hacer el museo “Money is the artwork” para las obras más caras del
mundo. Las salas expondrán las obras por su precio, no por autenticidad, cronología,
autoría o estilo. La curaduría se irá modificando según vayan los precios en
subasta. La publicidad dirá que en ese museo guardan más dinero que en todos
los bancos de varios países del Tercer Mundo. Al final del recorrido, entre las
actividades educativas estará jugar a la subasta, una nueva versión del
Monopoly, y en los souvenir habría fajos de dólares y euros con obras de arte impresas al reverso. En
este museo la calidad de la obra no cuenta, así que las obras carísimas del vulgar
Jeff Koons estarán expuestas como lo merecen, igual que la falsa calavera de diamantes
de Damien Hirst. Lo que no cabe son las “novedosas obras de arte digital” en
NFT o el token para especular y robar, porque se desplomaron en una semana a menos
del 70% de su valor.
Es lo que esta gente quiere, que digan que se queman cientos
de millones de dólares en los casinos que son las subastas de Christie's y
Sotheby's, no compran arte, compran fama, prestigio, y un objeto que pueden
revender en dos horas. En el museo “Money
is the artwork”, el Salvator Mundi estaría salvado de su desprestigio. Es
inimaginable que al príncipe saudí, experto en hacer negocios, en tratar con vendedores
de armas y espías ultra secretos, no supiera que sus “expertos” lo estaban
engañando, es más lógico pensar que conocía la verdadera provenance del cuadro,
y su falsa atribución. Así es el mundo de los negocios, money is a funny game.