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Grabado de Eko su sitio aquì |
La inteligencia es un estorbo, es mucho más conveniente
exhibirse como ignorante. La chat-novela entre los colectivos culturales y la Secretaría
de Cultura llegó a su desenlace exhibiendo mucho más de lo que se vio en
pantalla: que el autoritarismo y el desprecio por el arte, la cultura y las comunidades
culturales se llevará hasta sus últimas consecuencias y sin remordimientos.
La salida de emergencia fue más que perfecta: el problema fue
el nombre, es decir, si el chat hubiera tenido otro nombre, el asunto no habría
trascendido, por ejemplo, si el chat se hubiera llamado “amor a la cultura”,
aunque su misión fuera la misma, todos tan contentos y mucho menos renuncias
invisibles o disculpas remotas. Kant afirma que una acción es ética por sus
motivos, no por sus consecuencias, pero la ética no les preocupa a estas
personas en el poder, lo importante es imponerse y salvar sus privilegios.
La pregunta es retórica ¿Para quién trabaja la Secretaría de
Cultura y sus cientos de flunkies? Para el arte no, para la cultura tampoco y los
miembros de la comunidad son un enemigo a combatir. La continuación de ésta
mini serie será ver si después de que la Secretaría de Cultura perdió toda su
autoridad moral en streaming nacional, los colectivos se creen las “disculpas”
y las “investigaciones” y le regresan la autoridad de diálogo a la Secretaría y
todos sus flunkies. En esta historia ya no hay misterio, sabemos claramente el
status que para estos funcionarios tiene la comunidad cultural, ¿Van a seguir
adelante con el “nuevo grupo de diálogo” sabiendo en qué lugar de la pirámide político-social
los tienen colocados? El diálogo es entre iguales y la realidad es que aquí hay
dos clases, los que tienen el poder y los que no lo tenemos, no hay honestidad,
no hay ética y mucho menos vocación de servicio.
Los estados del país están sin recursos para sus actividades, también
piden diálogo y no lo tienen, la Secretaría de Cultura de Guerrero envió una
carta, el estado de Yucatán está cerrando museos y su Orquesta Sinfónica, y acá
el gasto elefantiásico del proyecto Chapultepec. El nombre es lo importante, ya
lo sabemos, por eso el despilfarro de Chapultepec se llama “Proyecto
Prioritario” y les aseguro que ahí todos
los chats tienen nombres apropiados como “amor al bosque” “amor a nuestro jefe” y que ahí, entre ese
equipo sí hay diálogo, sí hay recursos y buenas maneras. Lo que esté fuera de
este “Proyecto Prioritario” por lo tanto no es prioritario, y si los colectivos
culturales siguen creyendo en los OVNIS, y les otorgan autoridad de diálogo
después de este carnaval, es porque o son ingenuos o son el casting perfecto en
esta farsa.