El Museo de
la Cruda o la Resaca o Hangover, se inauguró en Zagreb, Croacia, casi al mismo
tiempo que la flamante sala de performance en el MoMA de Nueva York, es una
coincidencia que dictará las tendencias del arte para el 2020.
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Sala de performance del MoMA |
En el
movimiento de Fluxus, Joseph Beuys promovió la unión de performance y
sustancias, así que las similitudes entre los performanceros en la sala de un
museo, y los aficionados a la ingesta de
alcohol son evidentes: comportamiento errático, sobre actuación, exacerbación
de las emociones, desinhibición, infringirse daño físico, excitación, incluidos
los vómitos y la falta de control de los esfínteres, etcétera, la diferencia es que uno paga lo que
se toma y al otro le pagan por comportarse de la misma forma, con el privilegio
de ser considerado artista y no ser expulsando de ningún antro o cantina.
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Sala de performance del MoMA |
Aplicando el “arte ampliado”, la museografía
del Museo de la Resaca está inspirada en los museos de arte contemporáneo
VIP, son instalaciones realizadas con los
objetos “curiosos” de las borracheras
que aparecen al día siguiente, gracias a la amnesia que se padece en esas
circunstancias, cuando lo más saludables es olvidar. Al finalizar los Happenings
de Fluxus los artistas VIP recolectaban
los objetos que utilizaron: vasos de plástico, ropa, restos de comida,
etcétera, y los exponían en vitrinas, es el origen de las instalaciones del
arte VIP, por ejemplo, el camión en donde vivieron por varios años Marina
Abramovic y su amante Ulay, y en el que metían gente para tener sexo y “nuevas
experiencias” se expuso en el MoMA, si exponen
esa obra al Museo de la Resaca, funciona perfectamente, cuántos habitués a las cantinas
no han vivido una situación similar.
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Sala de performance del MoMA |
Los dos
museos tienen intenciones didácticas, en uno previenen del abuso del alcohol y
en el MoMA tratan de educar al público sobre la importancia del performance, son fines muy loables, saber que el exceso es
perjudicial para la salud lo han comprobado los sacrificados performanceros que
se cuelgan, flagelan, embarran de sangre o petróleo, es muy oportuno que adviertan
a los niños que esas actividades, sin la protección de una beca del gobierno y
de un curador, dañan seriamente el prestigio social.
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Sala de performance del MoMA |
El programa
de becas podría ser compartido, incluir las fiestas y los excesos como un “Programa
de experimentación performática”, como ya sucede en los talleres de
performance, en donde se invita a los alumnos a consumir sustancias para adquirir
más desinhibición en sus acciones. Por increíble que parezca, esa
irresponsabilidad pedagógica, es parte del sistema de muchos académicos y es
sujeta de apoyos económicos, así que los “artistas” del museo de la Resaca,
merecen trato igualitario.
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Museo de la Resaca |
Las
políticas de formación de públicos podrían generar actividades entre los dos
museos y abrir sucursales, porque están globalizados el consumo de alcohol y la
incursión de decenas de miles de artistas VIP en el performance, cada país
tiene un museo de arte VIP que subvencionan y dotan de arquitecturas
excéntricas y costosas, es momento de abrir sus propios museos de la resaca y
ampliar la oferta artístico-cultural. La diferencia es que hay cosas que hacen
los performanceros y que no haría ninguna persona en estado etílico, pero eso se
solucionará con la motivación de que su obra será expuesta en un museo.
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Museo de la Resaca |
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Museo de la Resaca |
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Museo de la Resaca |
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Museo de la Resaca |