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La Viuda Romana, Dante Gabriel Rossetti |
El Santo Grial era la irrealidad, la libertad de inventar y
perseguir un estado poético enajenado, rebelde, destructivo de lo visible,
empecinado con lo inexistente. La realidad ofrecía lo mismo que ofrece hoy:
suciedad, pobreza, enfermedad, ignorancia
y puritanismo, el progreso de la Revolución Industrial inventó otra
forma de explotación, la urbana, la nueva clase social, los obreros desplazaron
a los campesinos. La Royal Academy de Londres imponía los cánones post renacentistas
en la pintura y la escultura, la educación procuraba la belleza de Rafael.
En la actualidad tener el arte VIP resuelto es el privilegio
de los artistas, el arte está hecho, es complaciente con la Academia y lo
apoyan el mercado y las instituciones, la gran mayoría es un readymade, o carece de
toda dificultad técnica y teórica, no sucedió lo mismo en el siglo XIX en
Inglaterra, hacer el arte, revolucionar un lenguaje, era parte de la mística
del artista. Dante Gabriel Rossetti decidió destruir su actualidad regresando
al pasado. Mitificar lo que no vivimos, convierte en inalcanzable al pasado, lo
idealizamos, el pasado de los prerrafaelistas, gestado por un dios pagano
llamado Botticelli, fue erótico como el Nacimiento
de Venus, y unido a la filosofía medieval. Rossetti reunió una cofradía que
se defendió con pintura, poesía y música de las miserias de una sociedad que
hoy sigue casi idéntica, es deprimente ver lo poco que evolucionamos y lo
embaucados que estamos con el dogma del
progreso.
Dante Gabriel, nombre de poeta y ángel, y sus amigos, John
Everett Millais, William Holman tenían menos de veinticinco años, y obviamente
no padecían el infantilismo irresponsable del arte contemporáneo VIP, ahora ser
artista emergente significa ser estúpido por vocación de juvenil. Los
prerrafaelistas se dejaron absorber por un perfeccionamiento técnico que les
diera acceso a la creación de una belleza que únicamente podía existir si ellos
la inventaban. Estudiaron el esfumato, copiaban a Giotto, a los artistas del
primer Renacimiento y del Medioevo, a tal grado que hoy sus copias pasan como
originales de esa época, de hecho mi teoría es que el Salvatore Mundi que atribuyen a Leonardo en realidad es una pintura
prerrafaelista.
“Aunque
la gris línea esté lejos, y aunque tu
alama navegue más y más distante, aun detrás de esa lejanía, habrá más mar” escobio
Rossetti, es la “Elección” de pintar y pensar “Piensa y obra, mañana morirás”
La crítica los atacó, la Academia los expulsó y aún hoy son incomprendidos, la
Tate Britain acaba de cerrar una exposición antológica y los críticos la
acusaron de “inútil, insoportable y belleza vacía” en esta época utilitarista
hasta la belleza debe ser útil y generar rendimientos, como si alcanzar un
estado sublime fuera parte del ingreso per cápita. La belleza en el arte es
para sí misma, el prerrafaelismo regresó a los mitos en un momento que los eslóganes
politos y del progreso controlaban el pensamiento, Marx estaba publicando El Capital, no había sitio para el
paganismo, el puritanismo arrojó a la
depravación y al incesto a la sociedad inglesa, la persecución contra los
homosexuales culminó con el encarcelamiento de Oscar Wilde, y un trio de
jóvenes decidieron pintar retablos de héroes, santos, dioses inexistentes y
damas que bebían arsénico y cerraron la puerta de la conciencia doctrinaria de
la sociedad. Es la aventura de crear la que hoy extrañamos, la de una rebeldía
absoluta, hoy en el estancamiento conformista de lo políticamente útil y
correcto