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Obra de Eduardo Abaroa |
“Nunca he trabajado”, me dijo un escritor el día que se
quedó sin la beca del Estado, y me pidió
“ayúdame a preparar un libro sobre arte y ciencia para pedir otro apoyo” le respondí “¿Y por qué no te pones a trabajar?
Puedes dar clases y conferencias” ofendido
me dijo “no estoy loco, dar
conferencitas
por 5 mil pesos, dar clases, para nada, desde hace 25 años vivo de las becas”. He
visto cómo se piden las firmas para las cartas de recomendación, con la
consigna “Yo también te he firmado tus cartas”. He visto cómo artistas muy valiosos,
con seria necesidad económica, que demuestran su obra, oficio, dedicación y
talento, no la obtienen porque no están enchufados con los jurados. He visto exposiciones
de los Jóvenes creadores con obras que son verdadera basura, performances infra
inteligentes, videos fuera de foco,
desde los desconocidos hasta las “luminarias” del establishment.
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Obra de Eduardo Abaroa |
El sistema de becas del FONCA inició como un soborno del
gobierno de Salinas de Gortari y continúa como una práctica de criterios sin transparencia,
que han fomentado dependencia al Estado, sin justificar en muchos casos, un
nivel de excelencia para ser otorgados. Pintores que han ganado la Bienal de
pintura Rufino Tamayo les han negado la beca, ¿en dónde está la congruencia? En
la corrupción. Los merecedores de ese apoyo son una minoría apenas visible en
esa corrupción. Las becas de
“consagrados” las otorgan a arquitectos que cobran millones de pesos por un
proyecto ¿pagan con eso el chofer y el celular? Denles una medalla, pongan su
nombre a una calle, el dinero es para quien lo necesita.
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Performance de Elvira Santamaìa |
La “clase cultural” despertó de su letargo a la regeneración
de la realidad, por la ellos votaron, y los enfrentaron al ultimátum de
financiar sus carreras, ser responsables de su vocación y de su obra. El Estado
está obligado a apoyar y divulgar las Humanidades, el Arte y la Cultura,
pero no está obligado a mantener mediocres
y oportunistas, que únicamente estudian y hacen proyectos para tener becas, sin
generar resultados que aporten a la sociedad. Se fomenta un círculo vicioso entre
la educación, la “intelectualidad” y los apoyos, con generaciones que siempre dependerán
del Estado y que no les interesa vivir de otra forma. En el Sistema Nacional de
Creadores, mandan las fotos de las obras que hicieron con la beca, sin un proceso de certificación de estos
trabajos. Las becas se las pasan entre ellos, un periodo van de becados, otro
de jueces, otro de asesores, otro más de becados y como por todo dan dinero, no
importa lo que hagan. En el cine, las artes visuales, literatura, presentan
proyectos donde la calidad es irrelevante, el asunto es conseguir el dinero y
hacer el papeleo para volver a pedirlo.
Las listas de los seleccionados del 2019
son los mismos de siempre, algunos pintores valiosos, y el resto son
“profesionales de las becas”.
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Obra de Carla Herrera Prats |
El sueldo mensual de 29, 000 pesos durante tres años, suman
1 millón 44 mil pesos. Seguramente Eduardo Abaroa necesita más de 1 millón para
pensar sus inteligentes y brillantes obras, fruto de su excepcional talento
para llenar formularios del FONCA. El performance de la artista disfrazada de botarga
florida, exige una recompensa mensual por tres años, porque sin ese “estimulo”
la inspiración no se aparece. Poner vasos de plástico en una alambrada es un
esfuerzo intelectual que le urge manutención, las obras de Carla Herrera Prats serán
parte del acervo de la Nación, y todos las estamos financiando. Las mentes
brillantes de la categoría de Medios Alternativos van a costar al erario más de
16 millones de pesos, muy bien invertidos si tenemos en cuenta la crisis de
ideas que padecen cada vez que hay que pagar la renta. El enchufismo de los
premiados con esas becas, se defiende del talento de los rechazados porque están
peleando una forma de vida. En México no hay independencia intelectual ya vimos
a la “clase cultural” chantajeando y
exigiendo el proteccionismo del Estado, negando el tráfico de influencias que
ha dejado fuera a quienes la ameritan. El FONCA puede reencausar a la mediocridad y el enchufismo dentro del programa
de los Ninis: ni estudian, ni trabajan, ni merecen beca.
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Detalle de la obra de Carla Herrera |