Es más fácil que le entreguemos nuestra idiosincrasia a un
equipo cinematográfico a que la andemos defendiendo, es momento de ser
inclusivos y multiculturales, el nuevo desfile fue optimista y festivo, como
oír mariachis cantando en inglés, se debería incluir en el mal-Tratado de libre
Comercio T-Mec. La Madre Patria
encarnada por una Chica Bond, convertir, ya por fin, en parque temático las
zonas arqueológicas, con áreas de fast food y demás atractivos turísticos. En
los murales sustituir el rostro de alguno de nuestros próceres por la cara del
heroico 007 que vence a los malos, y siempre anda bien vestido, renovándose con
cada casting. En esta visión más optimista tendríamos el aliento para alcanzar
el estatus de ser el Amigo Country
del primer mundo.
lunes, 5 de noviembre de 2018
DIA DE SPECTRE
En el neoliberalismo las tradiciones tienen precio, y entre
más rápido se vendan menos se devalúan. El Día de Muertos era emblemático de
nuestra identidad, hasta que llegó James Bond, el agente 007 y su largometraje
publicitario en el que está a la venta, desde su ropa interior a la Catrina de
Posada y los Tzompantli. Lo más barato, por supuesto fue nuestra Cultura. La falsa valentía ante la muerte del folklor
patrio le dio el toque exótico al glamour del espionaje ultra macho y sexual,
ir a los tacos de canasta en un Aston Martin, y ser la escenografía tacky de
una película serie B es el mexican dream.
El Agente 007 y su equipo de stunts aterrizaron sobre los
tejados del Centro Histórico y mataron el Día de Muertos, ahora la misión
imposible es recuperar la verdadera tradición enterrada por el marketing. Presumiendo
ofrendas neoliberales, hacemos desfiles imitando la película, los maquillajes y
disfraces, toda la parafernalia es un remake de bajo presupuesto y sin espías inmortales.
Las autoridades culturales encargadas de fomentar las fashionistas tradiciones
originales deberían invitar famosos para
que desfilaran y volver a darle proyección internacional. Los alebrijes
contemporáneos ya parecen Transformers, es muy refrescante que la Catrina y los
nuevos disfraces sean un sincretismo entre carnaval brasileño, Frida Kahlo y Halloween.
Despojada de su sentido trágico prehispánico se murió nuestra tradición pero
nació otra, eso está muy bien, tal vez sea necesario que los creativos de la
industria de entretenimiento reinventen toda nuestra Historia y sea apreciada
por el público invitando a replantear su identidad.
Somos más mexicanos vistos por los extranjeros que por nosotros
mismos, como las caricaturas de Speedy Gonzales o los narcos de los thrillers
de cine y televisión. Eso pasó con Frida, hasta que Madonna desató la fridamanía
nadie se paraba por la Casa Azul que estaba casi en ruinas, hoy es como ir a Taco
Bell. La reactivación patriótica podría contratar al equipo de Spectre y
remasterizar todas nuestras tradiciones, símbolos patrios y desfiles, con una
nueva versión de nosotros mismos, más colorida y vendible levantarían el tan deprimido
espíritu nacionalista.
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