Al recorrer las salas de la exposición, aun con la perspectiva del
nivel de talento VIP, lo que Bruguera “hace” es especialmente limitado, es la
versión cubana de Mónica Mayer.
Presentar su “arte útil” con una “escuela de arte” y que la
“cátedra” sean las frases que cuelgan de la pared que dicen “proponer nuevos
usos para el arte con la sociedad” “responder a las urgencias presentes” “lo
que ayuda a unir a la gente, por ejemplo una asamblea vecinal” o que “arte útil
puede ser una centro de asociación”, escritas con torpe argumentación y
exhibidas con tal arrogancia, que concluimos que la Bruguera fundó el nuevo Liceo y Aristóteles y los Peripatéticos
en vez de discutir la Metafísica son
los vecinos de un condominio que se organizan porque les quitaron el
estacionamiento. Los videos de ella impartiendo su elemental tesis
artístico-política, son consecuentes con la pequeñez de sus performances, porque
ante el impacto de la protesta social real, cuando la masa y sus líderes actúan,
desde la manifestación urbana hasta la guerrilla o el terrorismo, lo que hacen
en general los performanceros, y Bruguera en particular, se queda en chismorreo
de vecinos, en un gesto de infantil berrinche político. 
El activismo político lo ejercen millones de personas, es una de las adicciones sociales, es incongruente que una imitación mediocre sea arte y no sean arte el resto de las acciones que son más potentes y arriesgadas. Las causas sociales demagógicas no son causas artísticas, son fórmulas para convertirse en artista.
Titular la exposición Hablándole al poder es redundante porque es más que obvio que no sólo le hablan al poder, tiene tratos muy claros en cuanto a tendencias políticas, subvenciones, maniqueísmos, falta de objetividad y pluralidad, el MUAC es un ente de poder, pertenece a la universidad del Estado, funciona con erario público, con estas exposiciones están imponiendo su propia ideología ¿Los museos públicos son para eso? Bruguera ha obtenido apoyos y exposiciones gracias a su victimismo sobre la censura en Cuba, es evidente su diálogo con el poder que le permite obtener grandes beneficios de lo que se supone es una causa, es inexplicable ser al mismo tiempo perseguido y por otro lado tener todos los patrocinios para viajar, exponer y vivir de esto.
La timorata censura de la curaduría y del MUAC no evitará que diga abiertamente que eso no es arte y que tampoco es activismo, ni revolución ni manifestación política, es simple propaganda pagada por intereses particulares para dar el mensaje que más les convenga.
