La obra de Warhol desde su origen carece
de autenticidad y originalidad, las realizó el staff de la Factory que en ocasiones hasta firmaban las obras, él no hacía, ni
decidía, fuera de sus bocetos publicitarios y las pinturas que orinó en pareja
con Basquiat. Los esclavos de la Factory calculaban
que produjeron, en el vergonzoso anonimato, más de 20 mil trabajos, que no han
sido catalogados. La Fundation tiene
el monopolio de la obra, vende sus propios warhol’s
que certifican como originales, los cotizan, los ponen en subasta en Christie's,
administran las regalías de la venta de sus obras para hacer miles de productos
y el 5 por ciento lo destina a donaciones para instituciones. Es un gran negocio
para blanquear impuestos. El servicio de autentificación externa fue un cash machine, hasta que los demandaron
por certificar y valuar las cajas de madera Brillo
realizadas después de la muerte de Warhol, falsificaciones postmortem. En un criterio
arbitrario declaraban como falsos otras obras, y autentificaban a su antojo, lo
que les provocó muchos problemas, a ellos que les gusta ser populares y tener
amigos o clientes. La Fundation ya sólo
autentifica sus obras, así que ahora son originales todos los miles y miles de warhol´s
que continúan fabricándose y circulando por el planeta, como las pelucas y las
cirugías plásticas, eso dicen los teóricos del arte VIP y los galeristas.
La autenticidad está demodé, la
gente presume el bronceado de spray y las extensiones, la Fundation debería relajarse, ganar más dinero y publicitar la autenticidad
de las copias en el tiempo de la reproducción mecánica del arte y las personas,
el power-fake ha llegado, gobierna el
arte y el mundo.