![]() |
Eko, Xilografía, para ver más obra de Eko aquí |
Las vidas de muchos políticos, empresarios, actores, modelos,
no merecen ser consagradas en un libro y mucho menos ser leídas. Se publican
libros de cualquier cosa, el formato no es axiomático, un texto no adquiere
calidad por el hecho de estar publicado, eso lo vemos en la avalancha de
autobiografías y biografías oportunistas que de las mesas de novedades deberían
irse a un incinerador o una máquina de reciclaje. Es apabullante la vanidad y
la arrogancia de estos personajes de pretender que sus vidas tienen algo de
extraordinario que debamos conocer. En tiempos de elecciones los aspirantes al
poder de inmediato comisionan a un escritor para que de forma anónima o pública
les redacte sus “memorias” y las deforme lo suficiente para que se “oficialice”
esa versión de su vida y borrar la oprobiosa trayectoria que los encumbró. En
estas biografías lo realmente importante es lo que no escriben. No me puedo
imaginar quién es el lector promedio de esos libros, quién puede leer creyendo
que esas anécdotas son verdad, que tiene algún tipo de valor conocerlas y que
conserva estos volúmenes en su biblioteca sin sentirse un perfecto cretino. La
posteridad es la que decide cuál vida merece ser recordada, y en estos libros
eso se demuestra, aparecen y en apenas unos días ya son una vergüenza. Los
biografiados se encargan en vida de contradecir todo lo que inventaron en sus
libros y arrastran en su lodoso descrédito a sus editores, escritores de
alquiler, promotores y reseñistas. La autopromoción que buscan es
contraproducente, es una monserga leer lo que no interesa, es peor que comer lo
que no nos gusta, y terminamos el libro odiando al personaje.
La solución para que la promoción no se trasforme en
ignominia es que no manden hacer biografías y cambien de estrategia
publicitaria: ingresen al showbusiness,
de todas formas su meta es tener seguidores, para qué buscan lectores. Paguen
para que grupos musicales les escriban canciones tipo corrido, eso les funciona
muy bien a los narcos. Asóciense con una televisora, vendan los derechos de imagen
para que produzcan una telenovela muy melodramática, plagada de mentiras
lacrimógenas y que el personaje principal sea el susodicho biografiado. El
casting es fundamental, el personaje debe ser encarnado por la belleza del
momento, femenina o masculina, el parecido es lo de menos, porque se llamaran
igual y constantemente nos recordaran de quién es esa vida extraordinaria. Hagan
un concurso del “doble de…” esto genera lealtad de marca, es inspiracional
porque los votantes aspirarán a ser como el candidato o candidata. Hagan un
reality show que demuestre “Cómo
alcanzar el éxito que yo alcancé” o “Mis diez fórmulas para llegar al poder”,
los concursantes serán parte de su equipo electoral. Las opciones son muy variadas
y recuerden que lo más rentable para su imagen es tener su cuenta de Twitter,
pueden escribir en 140 caracteres toda su vida, y les aseguro que les van a
sobrar palabras.