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Carel Fabritius, El Jilguero |
El arte no es progreso y esa es su virtud. El progreso se
mide por alcances económicos, sociales y políticos, es un avance que proyecta
poder, elimina al pasado e invade el futuro. El ritmo del progreso es
frenético, devastador, erige su propio altar para adorarse. El arte utiliza el
tiempo en un gesto, una palabra, un color, en contemplación o en nada. La
presión que el arte sufre para ser “actual y con las preocupaciones de nuestro
tiempo” ha desvirtuado su trayecto, lo conduce a los objetivos redituables del
progreso. El arte es y debe ser antiproductivo, antiprogresista y antiactual.
El arte es y debe ser bofetada violenta, contradicción, reiteración y silencio.
El arte es antiprogresista, su principal virtud es el fracaso, el error, la
dilación, la despreocupación con el futuro, la obsesión con el pasado. El
pragmatismo del progreso no existe para el arte, las estadísticas, los índices
de crecimiento, las metas no describen una actividad con una sola búsqueda que
tal vez nunca alcance y que, esa será su virtud.
El optimismo progresista, que exige resultados se fractura
ante la obra de arte, que se concluye en la insatisfacción y la zozobra de lo
que no fue. La única autoridad del arte es el talento, la relación con los materiales,
la necesidad de decir y plasmar un tema que manifieste una remota certeza de la
existencia. La autoridad del poder gobernante es la que determina qué y cómo
debe ser el progreso. La realidad es irrelevante para el arte, el realismo es
una ficción que sucede bajo las condiciones de su lenguaje, en la tiranía
individual, imperfecta y sin consecuencias de una emoción. La realidad es un
punto de partida sin reflejo en el arte, en el momento que sea trasladada
desaparecerán su apariencia y su circunstancia, sometidas a la coherencia de un
lenguaje que no quiere diálogo. La dirección del progreso es lineal, la del
arte es un círculo que se escarba de tanto andar, que conduce a ningún sitio y
profundiza en lo que no se ve. Antiproductivo y sin reivindicaciones, su única
causa es la obra misma, y esa puede ser fallida y esa será su virtud. Las obras
de arte apegadas a la actualidad, no son arte, son voceros de una ideología. La
actualidad y la realidad no transitan en la obra, el arte tiene presente, que es
el tiempo de la contemplación y la creación, y tiene una realidad que nunca
sucede. La imitación total y la recopilación de esa actualidad no es arte, es
propaganda, y es incapaz de confrontación crítica.
El arte es antiproductivo, sin consenso, ni empatía, se
realiza en soledad desde la posibilidad del rechazo. Los países no miden sus
índices productivos con el arte, un poema no es una carretera, es un capricho
sin consecuencias, si nadie lo lee y se pierde, entonces, tal vez sea un buen
poema. El arte no progresa, permanece estático, escuchando sus voces,
silenciando las imposiciones. El arte es, y debe ser fracaso social, la
antítesis del capital humano, un desperdicio que nos abre a la noción de
belleza, y la belleza no es actual, no es progresista, no es productiva, es la
infinita y grandiosa nada.
13 comentarios:
‘O Pintor Moderno’ de Baudelaire parecia querer levar a arte ao status progressista. Esta preocupação era justificada pelo momento que nascia em cada rua de Paris, em cada fachada de loja e numa sociedade ávida dor progresso num patamar em que isto tudo ainda era novidade. Passaram-se mais de um século e hoje estamos fartos do progresso. Estamos fartos da falácia deste discurso que tornou a vida das pessoas redundante gerando lacunas perigosas. A arte, por sua vez, não tem por obrigação ‘refletir a atualidade’. Quanto a realidade, esta sim, pode ser transformada pela arte. Não me refiro a uma realidade social, mas sim a ‘existência’. A arte transforma a percepção do existir, dando ou tirando-lhe algum significado.
Avelina tienes alguna entrevista con el Maestro Alejandro Colunga de Guadalajara, saludos
Ya leiste The Goldfinch o es pura coincidencia? Una novela entera que se sostiene en esa pintura, es una hazaña.
Es una belleza de columna la que acabas de publicar.
Cuando un pintor de oficio lee artículos como éste, puede decir con certeza que al fin alguien entiende y transmite nuestro duro trabajo solitario. Gracias por tan bello artículo.
Orestes De La Paz.
O poder de persuasão com que a ‘arte’ contemporânea atua sobre seu exército de desavisados e equivocados resulta numa grande manipulação política. Todo ‘artista’ deseja ser inserido numa contracorrente esquerdista de denúncia permanente. No entanto, para isto, carregam em nome da ‘arte’ contemporânea uma bandeira fascista tanto mercadológica quanto de ideologia. E o pior, é que sentem-se confortáveis e plenamente satisfeitos com sua atuação, inclusive sendo amplamente manipulados por interesses escusos existentes no círculo oficial neoliberal deste mercado.
Avelina,
Que universidad recomienda para estudiar arte?
Una donde el crecimiento del ser y la técnica crezcan a la par sin desviarse del sentido puro del arte.
Gracias mil
Cuando el sistema me obliga a ser un "artista actual" me atrapa una ansiedad desenfrenada. Tus palabras son aliento y calma, el norte de un destino inexistente.
Yo también leí El Jilgero.y me enamoré de ese pequeño cuadro y de su desvalido pajarito
Extraordinario. Luminoso. Genial.
Cristian Ruiz Altaba
Estimada Avelina: comparto mim pagina en espera de tus comentarios, si tienes tiempo: https://www.absolutearts.com/portfolios/a/albertobeuchot/
Ay Avelina ¡Cómo me inspira leerte! Soy estudiante de artes plásticas y me he encontrado en esa encrucijada de qué propósito debe tener la obra. Actualmente, al menos a mi alrededor, veo que el arte que más está pegando es el arte que llamas "panfletario", no se me dificultaría insertarme en ese ámbito porque no se me da tan mal la retórica, pero siempre he creído que el arte debe ser algo más y ahora que te leo es como aclarar algo que siempre había intuído: Que el arte debe ser por y para el arte, el respeto al oficio y la técnica, la constante experimentación y búsqueda de la belleza en un trayecto plagado de incertidumbre, recorrido por el artista de la mano de su obra. Gracias por este bello texto.
Eres un océano de verdad. Cómo pintor lo vivo y me escuece tanta banalidad y mercantilismo sin sentido.Actualmente escribo hasta que la tormenta amaine.
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