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Antoine Watteau, Toilette |
El día internacional de la mujer es un placebo populista, pretenden
que con un día de eventos, mesas redondas, conferencias, ediciones de libros
que nadie lee, se solucionan las grandes desigualdades que padecemos la mitad
del género humano. Es un día para que los círculos feministas, ONG’s defensores
de derechos desde los cómodos escritorios paraestatales se pongan en
circulación y se platiquen entre ellas, es un vergonzoso premio de consolación,
es la fiesta que reemplaza la molestia de hacer.
Tenemos comisiones de igualdad
de género en la cámara de diputados y matar a la esposa sigue siendo un delito
menor en muchos de los estados de este país, y en cambio el aborto es causa de
prisión, la diferencia es que un crimen lo comete un hombre y del aborto se
responsabiliza únicamente a la mujer, aunque la pareja esté implicada.
El día internacional de la mujer a mi como mujer me humilla,
no me da satisfacción que exista un sólo día al año para recordarnos que la mujer en
la construcción actual de la sociedad continúa sin una integración total que le
dé acceso a los mismos derechos salariales, legales y morales que el hombre. El multiculturalismo ha
fomentado la desigualdad, defendiendo las tradiciones culturales como si estás
tuvieran un valor legal o ético se permite que las leyes tribales continúen
haciendo de la ignorancia y los prejuicios un código social, y en la más grande
de las contradicciones los Derechos Humanos se acaban cuando entra la defensa
de las “tradiciones multiculturales”, y los mismos defensores de los derechos
argumentan que se deben respetar las diferencias y las costumbres. Los crímenes
de honor y la marginación son parte de esas ancestrales costumbres, y son
intocables únicamente por su substrato folclórico, gracias al multiculturalismo
la violencia en contra de las mujeres es parte de la identidad nacional.
Las diferencias no son exclusivas de la pobreza y el
folclor, en los corporativos las mujeres ganan menos que los hombres, un
promedio de 24% menos en México, todas las secretarias son mujeres y los jefes
son hombres. La industria del espectáculo mundial y en Hollywood en particular,
los sueldos de las actrices son menores que los actores, es casi imposible otorgar
un proyecto de gran envergadura para que sea dirigido por una mujer.
Invariablemente los ataques a las mujeres son sexistas, no hay diferencia si
esta se dedica a los negocios, a la política o al show business, el flanco más
frágil para insultarla es su género.
Las artistas feministas recurrirán al lugar común de hacer
obras con botes de limpiadores y anuncios publicitarios culpándolos de la
anorexia, reduciendo a la caricatura la situación femenina para no ver el
contexto real, y quedando bien con las instituciones que subvencionan sus
obras.
Celebrarán
este día con listoncitos rosas, con rebajas en las tiendas, harán mesas de
discusión y las personalidades de siempre pasarán a cobrar su cheque por
participar en todo esto, a pedir subvenciones para editar revistas que se
concentran en decir nada, harán programas con las mujeres de “éxito” mientras el
gobierno intenta hacer negocios con Arabia Saudita aunque en ese reino de la
ignominia las mujeres son literalmente esclavas, y veremos que en nuestro país México,
las niñas de 14 años embarazadas dejan la escuela porque no tienen acceso a la
educación y la salud sexual.