Los artistas del movimiento muralista del siglo XX decidieron
plasmar preocupaciones sociales en el muro y guiar el compromiso del arte
público. Los murales del New School for
Social Research (Nueva York 1930) fueron emblemáticos, uno de ellos a cargo
de José Clemente Orozco, denunciaba el imperialismo británico en la India,
mostraba la Revolución Mexicana y la Revolución Marxista en Rusia, y en el otro
mural Thomas Hart Benton pintó una narración crítica llamada America Today. Este mural está
recuperado y expuesto actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York. La
descripción que hace Benton de América es tan actual y feroz que el museo se
vio obligado a “traducir” el contenido con un texto que la presenta como “una
obra que idealiza una sociedad que vive la fascinación por las máquinas en un
despegue humano y económico”. La reseña del New York Times, repitiendo la
infundada pretensión de que sólo el arte contemporáneo VIP hace crítica social,
lo calificó de curiosidad histórica.
Benton pinta este mural durante el shock por la Gran
Depresión que acabó con el sueño del progreso y que despertó movimientos de
tendencia izquierdista. Benton militaba en grupos artísticos contestatarios que
denunciaron las trágicas consecuencias de la Gran Depresión, la corrupción y la
diferencia abismal de las clases sociales, que también es descrita con crudeza
en la obra monocroma Gods’ Man de Lynd
Ward, el artista creador la primera novela gráfica americana. La América de
Benton es la América de hoy, pero el continente entero, una visión que más
tarde inspiraría obras como The Grapes of
Wrath de John Steinbeck filmada por John Ford. El mural contiene ocho
secciones pintadas en temple sobre gesso en lino montado en paneles de madera.
El
panel Instruments of Power se concentra
en la tecnología, aviones, locomotoras, la generación de energía, es una
composición cinética que se expande fuera del muro. Lejos de ser una utopía
como afirma el MET, la pintura anuncia la dominación capitalista que controla
el progreso a través de los avances tecnológicos y científicos que dejan relegados
a los países subdesarrollados, como el nuestro. Deep South denuncia que la esclavitud en el campo sureño continúa, en el primer plano un campesino negro vacía un costal de algodón en la báscula del capataz. La modernidad no ha llegado, los negros siguen sometidos a un régimen laboral inhumano, los patrones blancos controlan la tierra y las cosechas. Traspasamos estas escenas al campo del resto de América Latina y veremos que después de Revoluciones, Reformas Agrarias y sistemas clientelares, seguimos en un atraso social y productivo idéntico al del mural.
Midwest se adentra en la explotación industrial del campo, de los bosques y los animales de granja; se acaban las cooperativas minoritarias, nace el modelo que detonó las primeras fortunas americanas, rompió el equilibrio con la sobre producción y la especulación de precios y productos. Actualmente eso se mantiene, la industria alimentaria prefiere tirar toneladas de alimentos para manipular precios y la expoliación de los recursos naturales ésta devastando a la ecología.
Las secciones Changing West, Coal, Steel, City Building, exponen la idea rectora del mural: el progreso se sostiene sobre las clases obreras, en los que no pueden acceder a esa riqueza, ellos construyen los rascacielos, explotan las minas, trabajan en las fábricas, en ningún panel vemos a los jerarcas del capital, hay manos, cuerpos que son usados como maquinaria.
El panel final City Activities With Subway es la decadencia ética, los residuos del progreso. Especuladores de la bolsa de valores, fiestas burguesas con alambiques de alcohol violando la prohibición, diversiones evasivas, sobornos, las “taxi dancers” mujeres que cobraban por bailar con los clientes. Es nuestra sociedad contemporánea: un pequeño grupo de especuladores y banqueros llevan países a la quiebra, la injerencia imperialista a través las políticas incongruentes hacia las drogas, y la ignorancia masiva absorta en el entretenimiento digital. El progreso no es utopía ni ideal humanista, es injusto.
El mural de Benton es un vaticinio crítico que se proyectó como una advertencia del futuro.