La adicción a la comodidad y al menor
esfuerzo contagió al arte y a la literatura. Está de moda la adaptación de los
autores clásicos que llaman “traducciones” para que el lector contemporáneo,
sin tiempo, con un lenguaje mínimo y con intereses fugaces se aplique a leerlos.
Los editores piensan que así van a vender más libros, porque como siempre en
estos casos, se trata de un asunto pedestremente comercial. La literatura debe
ser como fast food, prehecha, sin
complicaciones para que el consumidor saque del paquete algo premasticado y ni
siquiera tenga que triturarlo para digerirlo.
El aniversario del Quijote no es para
motivar su lectura, es para que autores que carecen de la estatura de Cervantes
apliquen su estandarizado vocabulario y trasformen la novela. El contenido de
una novela es también el vocabulario, el estilo para hablar de una época, el
autor la pensó así, reflexionó sus frases, imaginó la anécdota, desarrolló la
trama con esas palabras, no con las de Pérez Reverte o Trapiello. El idioma de
Cervantes ya no existe como tal, y eso justamente es parte del valor de la
novela, porque tampoco existe su mundo, ese Siglo de Oro, esa España poderosa y
oscura. Es incongruente que un personaje hable con un lenguaje “actual “o
“traducido” y viva en otra época, para eso, los autores ya podían convertirlo en
zombi o Mad Max, algo más vendedor, para qué se limitan, se supone que es para
un lector moderno.
Si vamos a leer un libro la dificultad es parte de la
lectura, el que no quiera hacer un esfuerzo que no lea, para eso existe
twitter, hay toneladas de contenidos basura en internet, que lean los whatsapp infrainteligentes que se envían como parte de
su comunicación social. En una entrevista Trapiello dice que la gente sufre, “se
abruman y se derrotan con la lectura” del original, entonces que lo reduzca a
140 caracteres, así nada de dolor. La gente que sufre leyendo que pague el
precio de su acomodaticia ignorancia, se quede con lo que le gusta y viva sin
ejercer sus neuronas.
Entender un libro no es instantáneo, un
libro se relee, se estudia, toma tiempo, la comprensión es paulatina, entender
rápido es parte de la cultura banal que se vende para desecharla. Los editores
no se dan cuenta que alguien que no quiere hacer el esfuerzo de leer no va a
cambiar porque le resuman y le traduzcan el libro del español al español. Leer
es la oportunidad de saber muchas cosas, entre ellas más palabras, aplicarlas, aunque
sean del pasado, es conocimiento. Para los modernizadores de la literatura el
contexto histórico y social es un problema, ven su propia época como un ideal, y
el pasado se tiene que adaptar, y ¿quién decide que el habla de hoy es mejor
que la del pasado? Actualmente la gente habla con monosílabos, no saben
explicarse sin groserías y se regodean de la fractura que viven con el
lenguaje, lo de menos es que no lean, de todas formas con suerte ganan las
elecciones para gobernador o se hacen estrellas en la red.
18 comentarios:
Si se refiere al adefesio de libro, de reciente aparición en el mercado, llamado "versión en español moderno" entiendo su malestar.
Fuuuu, hay que dejar disfrutar a la gente los libros como les plazca, no hay ninguna regla que diga como disfrutarlo, entenderlo o aprovecharlo, cada quién aprovecha su experiencia de manera distinta.
Estoy totalmente de acuerdo. Pero, ¿por qué limitar? Tampoco deberían existir las traducciones literarias. Si el lector no está interesado en aprender el idioma original en el que fue escrito, no merece leerlo. Es un mediocre que es preferible que se quede en Twitter. Lo mismo va para los subtítulos en el cine.
"Hay toneladas de contenidos basura en Internet." A.Lésper
"Hay toneladas de contenidos basura en internet" A.Lésper (Estamos de acuerdo)
Miguel Lozano llama la atención, válidamente, hacia un matiz que habría que considerar; cierto. Sin embargo es sólo eso: un matiz, pues visto el texto en su conjunto, desde lo que se llama "pensamiento complejo" (Edgar Morin) o incluso "dialéctico", no se puede sino estar de acuerdo con lo que se propone.
Es refrescante (permíteme el adjetivo) visitar tu página y leerte. Gracias por ello.
Estimada Avelina,
Le solicito por favor me facilite un email de contacto para comentarle sobre el arte que hago. Comparto su posición respecto al arte contemporáneo y como egresado de la carrera de Bellas Artes en mi País, puedo responder con arte como usted responde con maravillosas críticas a lo que pasa en nuestro tiempo.
A la espera de su amable respuesta le saludo cordialmente,
Alberto Eduardo Demiurgo
Alberto Eduardo, deja un correo para que pueda comunicarme, no lo voy a publicar.
Es que se ha olvidado el arte de leer el original, que disipa muchas dudas, y que muchas traducciones son intentos mediocres de entender el original.
Curioso, el mismo Cervantes decía que las traducciones son gobelinos al revés del original.
Me gustaría conocerte Avelina
Me gustaría conocerte, Avelina
Ví una entrevista con Trapiello y argumentaba que hoy en día cualquier persona o estudiante de cualquier país puede leer el Quijote con relativa facilidad, y que en cambio para los hispanohablantes -por el gran respeto que impone el original- hay que leerlo en castellano antiguo, de modo que hace falta ser casi filólogo para poderlo entender.
En este sentido, pienso que Trapiello no pretendía sustituir el Quijote de Cervantes por el suyo, sino meramente ofrecer una posibilidad más, de la misma manera que los que hacen un cómic, una película, un musical, o una serie de dibujos animados sobre el Quijote cuentan con que todo el mundo COMPRENDA que su propósito no es sustituír al original, sino aportar algo distinto, o alguna posibilidad de "consumo" que hasta ahora no existía.
Otra cosa es que luego uno personalmente pueda sentir interés o nó por consumir esa clase de producto. A mí el Quijote de Cervantes me parece venerable como tesoro lingüístico pero como trama argumental confieso que me repele.
Me resulta curioso que la señora Lesper se queje de la degradaciòn del lenguaje...y eso que en gran parte de Hispanoamèrica se habla mucho mejor el español que en España. Hace tiempo que en España,con las catastròficas "reformas educativas" no se educa, sino que se encanalla...
Totalmente de acuerdo con usted Avelina. Al rato van a querer hacer también una versión "más fácil" de "La Divina Comedia" de Dante.
Me gustaría saber si Ud. no cree que se deben considerar diferentes aspectos en torno al tema, como por ejemplo:
1) el conocimiento conceptual sobre una obra,hace al bagaje cultural de una persona y no depende estrictamente del idioma que se utilice,sino de la fidelidad al argumento.
2) que casi toda obra de éste tipo refiere a un mito que preexiste y que es reinterpretado por el arte, de tiempo en tiempo,con más o menos éxito, de acuerdo a las condiciones de la evolución del ser humano en cada lugar.
3)Que su propósito no está destinado a la enseñanza de la lengua en que se escribe sino a la enseñanza de la experiencia humana,pues de no ser así toda traducción sería inválida y ociosa.
4) Que en ésto consiste el ARTE.
5)Y que por lo mismo no está en contradicción con los estudiosos,con los que investigan,con los que aportan nuevos datos sobre un tema y no permiten que se desvirtúe el contenido de una obra.
6) Esto no quita la sombra que se cierne en general sobre nuestra época,la vacuidad, el reduccionismo en lugar de síntesis,lo superficial como forma,en fin la aceleración de los tiempos y los contenidos, con la pretensión vana de sentirnos partícipes y satisfechos.
Fomentar el anti-arte conduce a la mediocridad. Supuestos artistas rodeados de medios tecnológicos pero sin formación ni oficio ni destreza. Con unas cataratas de conceptos sobrevalúan sus objetos por un capricho de la moda, exaltan el consumismo, agraden y ofenden para atraer miradas. Son dueños de un ego y una ansiedad extrema por expresarse y mostrarse a cualquier precio, son artistas amorfos, oprimido por sus propias limitaciones y por su entorno. Listos para ser moldeados. Son un eslabón más en la decadencia del capitalismo.
El mundo de hoy es cada vez más consumista pero no de cultura. Un mundo que gira cada vez más rápido donde la palabra óseo esta asociada a la burguesía. El ritmo de vida es frenético y el tiempo una amenaza a superar, el trabajo y el estudio herramientas pesadas en desuso. Estos ingredientes son los que conspiran contra el arte y se cocinan en cacerolas de oro sin importar los resultados, lo importante es donde y quien lo cocina.
Yo comparo el trabajo de un curador como alguien que cumple la función de mostrarte imágenes de una novela al mismo tiempo que la estas leyendo. ( ¿Por que no permitirme imaginarme mis propias imágenes?¿ por que robarme ese derecho?¿ Por que ponerle imágenes a las palabras? ¿Por qué todos tenemos que ver lo mismo?.¿Por que no me permiten no entenderlo?).
Le mando un link por si le interesa ver mis trabajos
http://es.upside-art.com/galleries/002728-sanchez-capalbo-esculturas
https://www.virtualgallery.com/galleries/sanca_a450399/esculturas_sanchez_capalbo_sanca_s6974
Fomentar el anti-arte conduce a la mediocridad. Supuestos artistas rodeados de medios tecnológicos pero sin formación ni oficio ni destreza. Con unas cataratas de conceptos sobrevalúan sus objetos por un capricho de la moda, exaltan el consumismo, agraden y ofenden para atraer miradas. Son dueños de un ego y una ansiedad extrema por expresarse y mostrarse a cualquier precio, son artistas amorfos, oprimido por sus propias limitaciones y por su entorno. Listos para ser moldeados. Son un eslabón más en la decadencia del capitalismo.
El mundo de hoy es cada vez más consumista pero no de cultura. Un mundo que gira cada vez más rápido donde la palabra óseo esta asociada a la burguesía. El ritmo de vida es frenético y el tiempo una amenaza a superar, el trabajo y el estudio herramientas pesadas en desuso. Estos ingredientes son los que conspiran contra el arte y se cocinan en cacerolas de oro sin importar los resultados, lo importante es donde y quien lo cocina.
Yo comparo el trabajo de un curador como alguien que cumple la función de mostrarte imágenes de una novela al mismo tiempo que la estas leyendo. ( ¿Por que no permitirme imaginarme mis propias imágenes?¿ por que robarme ese derecho?¿ Por que ponerle imágenes a las palabras? ¿Por qué todos tenemos que ver lo mismo?.¿Por que no me permiten no entenderlo?).
Le mando un link por si le interesa ver mis trabajos
http://es.upside-art.com/galleries/002728-sanchez-capalbo-esculturas
https://www.virtualgallery.com/galleries/sanca_a450399/esculturas_sanchez_capalbo_sanca_s6974
Estoy de acuerdo con Brasas. Cuando los hispanohablantes leemos a Shakespeare lo hacemos en una traducción modernizada.¿ Es mejor leerlo en inglés del XVII a no hacerlo en absoluto? NO estoy de acuerdo.Conste que soy filóloga pero entonces jamás se debería hacer ningún tipo de adaptación, ni películas ni teatralizaciónes. Estamos de acuerdo en que un adulto que se considere a sí mismo culto lo leerá en su edición fiel a la de Cervantes, pero el resto de lectores , y los no especializados, y sí, los jóvenes,¿ por qué no van a leerlo tal y como leen a Shakespeare, o a Baudelaire traducido? no creo que sustituya, de hecho creo que introduce, que acerca, y posibilitará más lecturas de Cervantes. Igual de conveniente será con la Celestina o El Cid.
Como es mi primera intervención en el blog, saludo y agradezco a Avelina lo que hace. Es muy necesaria... aunque en esta ocasión disienta.
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