La vida es injusta, a unos les da todo, y a otros los obliga
a llevar una triste y gris existencia. Heredar es un gran sueño, saber que el
destino está confabulado con la genética para no tener que buscarse el sustento.
Estirar la mano y recibir el cofre del tesoro. Estar en el despacho del notario
y escuchar la frase “Lego los derechos sobre mi obra a mis descendientes para
que hagan con ella lo que les venga en gana y sean muy felices” es la aparición
de un ángel dorado que te dice “eres el elegido y esto es tuyo”.
Indudablemente que son privilegiados los herederos de los derechos
de la obra de Frida Kahlo y el trust que la cuida, la comercialización
escandalosa y vulgar que hacen de la vida, obra e imagen de la artista es un
exitoso negocio que la ha convertido en un cartoon,
en un Mickey mouse que exprimen y cada día le sacan más dinero. Lo pueden ver
en el sitio Frida Kahlo Corporation, que tiene la exclusiva para comercializar
la imagen de Frida en toda clase de productos, su dueña es Isolda Kahlo la sobrina de la
artista, que hace este negocio por “devoción y admiración”. Quién
lo iba a decir, Frida tan combativa y rojilla está reducida a souvenir capitalista.
En el museo ubicado en el antes Naval Training Center en San Diego, California
están exhibiendo lo que ellos llaman The Complete Frida Kahlo. Her paintings.
Her Life. Her Story. Exponen 123 copias
de obras de Frida, pintadas por cinco artistas chinos, en medidas originales e
imitando “el mismo estilo en el que Kahlo las pintó”. Ya nada más faltaba que
estos falsos fueran diferentes, y sin embargo lo son. En la mayoría de los
cuadros la pintora parece hombre, la paleta no es la misma, y ni siquiera las
proporciones de la composición están respetadas, pero esos detalles al Banco de
México y el Trust de los Museos Diego Rivera & Frida Kahlo, los tienen sin
cuidado, ellos mismos autorizaron que este fraude descomunal, y que esta
denigrante comercialización fuera posible. Un matrimonio que “vivía aburrido
con su dinero y sus dos Ferraris”, decidió mandar hacer estas copias en China y
los encargados de cuidar de la obra de Kahlo se los permitieron. Para terminar
con la explotación, montaron una reproducción del estudio de la Casa Azul y 500
objetos que se supone fueron de ella. Hasta editaron un catálogo en el que no
se lee con claridad que estas pinturas sean falsos “legales” aprobados por el trust, o en lenguaje comercial: brand-replicas. A quién no le gusta el
dinero y si llega así, de la nada, pues bienvenido. Me imagino lo fácil que fue
para los herederos decir: si hagan copias, que se exhiban y se publiciten.
No se trata de salvaguardar un acervo, se trata de
explotarlo. ¿El Estado tiene armas jurídicas para detener esto o es cómplice? Custodiar
acervo permite abusarlo como sucedió en el Museo Carrillo Gil y el cuadro de
José Clemente Orozco manipulado como plantilla en el performance de Amorales. El
acervo del Museo de San Carlos usado de perchero de basura por Thorsten Brinkmann. ¿Qué
significa en este país el resguardo del acervo? Que por lo menos editen un
manual de uso para que sepamos si existen límites. ¿Cuánto habrán pagado estos
millonarios por los derechos para reproducir y exhibir estos cuadros falsos?
¿Les dejaron hacer una sola copia? o la factoría en China ya está más que
organizada y pronto veremos exposiciones como esta en diferentes capitales del
mundo. El público que va a esta exposición siente que ver una copia es una
burla, pero de eso se trata, de burlarse de la figura y el legado de Frida.
Money is funny.
Biblioteca del Naval Training Center NTC, San Diego
California. Desde el 24 de octubre del
2013.