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lorentijn Hofman, Giant “Rubber Duck” 2013. |
El proceso cognitivo del pensamiento abstracto nos permite la
asimilación, interpretación y dominio de la realidad. Este pensamiento nos
aleja de la literalidad, nos obliga a procesar y a implicar nuestra posición individual
ante un todo que de otra forma nos tragaría y nos nulificaría como personas. La
realidad es inabarcable y es gracias al proceso cognitivo de la abstracción que
podemos separar un fragmento, exponerlo, desmenuzarlo, reinterpretarlo y darle sentido
a la realidad misma. El arte es pensamiento abstracto.
De esta forma el ser humano pudo adueñarse de la realidad
para un fin fundamental: darle su propio valor. Con el arte el individuo es el ser
que le da sentido a la realidad y, además, tiene la libertad para decidir qué
es lo real. Decide que sus emociones, que su interior más prohibido, las
pesadillas, las perversiones, las ilusiones sean reales y que él posee el lenguaje
y la capacidad para darles visibilidad y existencia dentro de las fronteras de
papel, del lienzo, de la arcilla. El arte se convierte en el vehículo para
crear una realidad paralela, y con esto surge la rebelión más grande a la que
el ser humano tiene acceso: el arte cambia a la realidad. La destruye, la magnífica,
la expande, la difama, la hace mejor o peor de lo que es. Dice Richter
“Olvídense de los predicadores y los filósofos, los artistas son las personas
más importantes en este mundo”. En un paisaje no está el terreno, está el aire
de la atmósfera; en un retrato no está una persona, está el interior desnudo de
una psique; y logra que la tragedia esté contenida en el color. La obra abstrae
a la realidad y la trastoca, la hace suya.
Hasta que llegó la sumisión entreguista y cobarde del
readymade; hasta que la retórica tomó por asalto al arte y un grupo de académicos
sin capacidad creadora usurpó el lugar de los artistas y posicionó al objeto
sin factura y sin pensamiento abstracto en un pedestal. El auto llamado artista
medroso a la emancipación se puso de rodillas y claudicó ante la realidad, no
pudo abstraerla y dejó de entenderla, se humilló ante el objeto de consumo prefabricado,
plagió las obras de otros o las mandó hacer. Dejó de crear. Si quiere insultar
imprime un letrero, si quiere denunciar interviene un periódico, abandonó al
pensamiento abstracto para encubrir otro miedo: mostrarse a sí mismo a través
de la obra.
Una mancha en el lienzo dice más que unos zapatos pegados,
una pincelada furiosa dice más del ser humano que unos muebles desvencijados y un
pato de goma gigante. El artista que es capaz de revelarse de la realidad
reinventándola en la síntesis de un dibujo a tinta en blanco y negro, se
muestra con cada obra, con cada decisión. Un grabado, una pintura dicen tanto
de su creador que estremece estar frente a la intimidad expuesta, inquieta el
valor, la audacia de alguien que expone a sí mismo. Colgar unos alambres
enredados, intervenir animales disecados, o meter monedas en un frasco y
llamarlo arte es someterse a la realidad, es la confortable oscuridad que evade
del compromiso de descubrirse a través de la obra. Manifestarse, emanciparse a
través de la creación es una misión ingrata, sin promesa de éxito, sin
garantías de ningún tipo.
Estamos en la época de la comida prefabricada, del arte
prefabricado, de los sabores artificiales, de los artistas artificiales ¿por
qué ir en contra de eso? ¿Por qué no dejar que el arte sea pre hecho por las
teorías y no por los artistas? Es más fácil dejarse llevar por el arrollador
impulso de la mayoría, por el unificador grito de la masa y hacer arte
obediente sin diferencias entre una obra u otra. Es una inmensa responsabilidad
decidir cómo debe ser el mundo, inventar un lenguaje individual, único, alejado
de la obviedad y la literalidad del arte enclavado y esclavizado en el estilo “contemporáneo”.
Por eso lo más sensato es vivir en la tranquilidad de la obra sin implicaciones
emocionales, racionales y emancipadoras. Conmover con un lienzo, marcar la
realidad de otra persona con un dibujo, romper la tridimensionalidad espacial
con un grabado, esa libertad, esa disyuntiva, es una carga que no pueden
soportar los pusilánimes sobre sus frágiles hombros.
Publicado en el Suplemento Laberinto de Milenio diario el sábado
11 de mayo del 2013.
9 comentarios:
dEl arte es la pulsión absoluta del estado de la sociedad donde se gesta. El arte nos ofrece un parámetro de la situación en la que nos encontramos como seres humanos, sensibles, capaces de conmocionarnos, o de detestar eso que vemos, al que llamamos arte.
El proyecto documental en el arte de un artista visual contemporáneo, ha sido el tema de mi investigación durante estos últimos meses...
Me encantará dialogar contigo, en breve,
Saludos, Avelina
Por algo dicen que la cultura humana comienza con la capacidad de simbolizar. Aunque del dominio de la realidad creo que estamos lejos, me resulta más el asunto de revelarse o contraponerse como proceso de emancipación. Aguda y aplastante.
Saludos.
Magnifica critica, emocionante leerlo, muchas gracias Avelina por hablar con verdad, el arte verdadero te lo agradece.
Muchas gracias Avelina Lésper, que emocion leer esto!!, que pasion!, muy acertado todo, totalmente verdadero.
y realmente es duro aveces andar contra corriente, pero habemos algunos que estamos aquí por convicción, trabajando cada día, cada proyecto con la esperanza de tocar el espíritu de alguien, realmente de afectar a otro como a nosotros nos afecta la producción de otros creadores actuales y de otros tiempos, es difícil lograrlo por todo lo que implica, pero ese es nuestro trabajo por decisión personal, sin esfuerzo, sin dedicación y sin pasión es imposible lograrlo y si no hay siquiera la voluntad de comprometerte y solo se buscan aplausos sosos y sobadas de lomo (que es lo habitual), el trabajo resultante (que no es arte), no tiene ningún sentido y como la espuma se borrara al paso del tiempo.
Había visto esto antes, pero nunca imaginé que era una obra de "arte", siempre me gustó porque pensaba que era una atracción del lugar, para atraer turistas, niños o algo así y ahora que sé lo que en realidad es no puedo contener lo único que me causa, risa.
Gracias por tus entradas Avelina, aprendo cosas nuevas de ellas y también me entero de cosas que ni siquiera pensé que serian llamadas arte.
Ni un pero a tu argumentación.
Habría que rescatar, de nuevo y las veces que haga falta, la función del artista como hacedor de todas las realidades posibles. En este punto, la mente de quien crea construye una identidad mística con la realidad que expone sin contemplaciones. Es la diferencia entre un artista y un charlatán de feria.
Creo que la manera de desligitimar la facilidad banal es precisamente conocer el pensamiento sobre Arte y cómo es usado superficialmente. Contemporaneo diría que es todo lo que se hace ahora, la pintura que continua la tradición de la pintura tambien. Estoy de acuerdo básicamente con la parte de tu argumento que describe, si bien todo lenguaje es abstracción de la realidad y construcción de significado.
No creo que haya que establecer unas fronteras tan claras entre Arte y Filosofía y menos que los artistas sean las personas más importantes del mundo, ni siquiera desde el punto de vista de un artista, y eso que Ritcher me gusta mucho. Por cierto ¿No es Ritcher un artista Contemporaneo?
La metáfora es lenguaje, es establecer una relación sorprendente entre dos cosas aparentemente dispares, y en este sentido no necesita de factura. Asi que el posible Arte de un Ready made no estará en la factura ni en la relación de la factura con el pensamiento o la percepción, que es el campo de las artes plásticas. Con esto no quiero decir que los Ready made sean Arte, pero si que podrían serlo aunque nunca serán un arte plástico.
Para mi este pato gigante si podría ser una metáfora, puede que una metáfora tonta.
Enhorabuena! gran reflexión sobre los artistas y su trabajo, me siento plenamente identificado. Yo también juego a la abstracción, la necesito como el comer, Gracias
Juan
www.juansanmiguelurbina.blogspot.com
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