domingo, 15 de julio de 2012

MATEMOS A LA BELLEZA.

Koons en Versalles. 
 La belleza no tiene que ser un espectáculo complaciente. La belleza puede ser terrible y devastadora. Si presenciamos los Retratos de la Locura o los muñones mutilados de las pinturas de Gericault; las pinturas de la Finca del Sordo de Goya; el buey abierto en canal de Bacon, inspirado en el de Rembrandt, presenciamos belleza sin imágenes reconfortantes. La belleza es un acercamiento a la obra y a la realidad, no es un tema. La belleza es una demostración de talento y de inteligencia, de sensibilidad y de búsqueda creadora. Las pinturas de Lucian Freud son portentosas, son bellas y no buscan la visión de algo agradable. El arte contemporáneo, que está imposibilitado para crear belleza, ha pervertido este logro de la inteligencia y la sensibilidad humana para empatarlo con el kitsch y con lo bonito. 
Lo bonito, no es bello, el kitsch es vulgaridad.
Yayoi Kusama. 
 Las obras de Jeff Koons, de Murakami, los grandes alardes tecnológicos de Jenny Holzer, los cuadros de mariposas de Hirst, los lunares de Yayoi Kusama, buscan ser decoración, apegarse a los más digerido, comercializado y vendible de la estética fácil de la tienda de regalos, del objeto desechable de consumo masivo. Este objeto, de existencia efímera, está en el rubro de lo bonito y lo amplifican en dimensiones, precio y publicidad para llamarlo arte. Esta perversión de lo que significa la belleza ha creado un gran desprestigio para la palabra bello. Es un anatema en el arte buscar la belleza, alcanzar un estado estético en el que el objeto artístico supere todas las visiones que tenemos de lo real para darnos algo extraordinario. Las obras se van a los extremos, o son abyectamente zafias y llevan a la galería desde las imágenes obscenas de la prensa amarillista, excrementos, basura y animales muertos o se lanzan a la banalidad absoluta y recrean el kitsch más inmediato, pero pasan de largo por la belleza. A esa, ni se acercan. Y estas piezas de gran tamaño, de presencia monumental ocupan en los museos, las ferias y galerías el lugar que tendría que ocupar una obra bella.
Takashi Murakami en Versalles. 
En esto juega un papel fundamental el contexto del museo o la galería, los objetos de Koons y las mangas de Murakami, los lunares de Yayoi Kusama, sin el marco institucional que da un museo no se podrían apreciar como arte. Son objetos publicitarios, decorados de un escaparate, adornos de un parque temático, pero el museo los hace arte. Lo preocupante es que por un lado el rechazo a la belleza y por otro el enaltecimiento de la vulgaridad kitsch están llenado ese vacío que provocaron con la negación de la belleza. En las salas del Palacio de Versalles en Francia han expuesto obras de gran formato de varios artistas como una propuesta a lo que, se supone, es la estética de nuestro siglo. ¿Por qué decidieron que la belleza de hoy era vulgar, sin implicaciones intelectuales y emocionales, sin contenido y superficial? Argumentos especulativos les sobran a los teóricos y a los curadores, pero es evidente el motivo real es que sus artistas son incapaces de crear algo bello. 
Joana Vasconcelos en Versalles. 
En estas inmensas salas está hoy la obra de la artista portuguesa Joana Vasconcelos. Son enormes piezas de carnaval realizadas con colores chillantes. Las salas de Versalles lucen como un gran desfile de carros alegóricos y piñatas que cuelgan de los techos. Esta demencial muestra del mal gusto, por si fuera poco, tiene discurso con carga feminista, las obras están construidas con tapones y toallas sanitarias, con sartenes y tejidos, materiales, que, según Vasconcelos, demuestran sus ideas sobre la condición femenina. Versalles aguanta eso y más, el edifico es magnífico y por eso pueden intervenir sus salas con trabajos esperpénticos. Pero lo que es destacable es que la proliferación de la vulgaridad es una fijación como lo es la marginación de la belleza. Las artes plásticas (pintura, dibujo, escultura, grabado) que han buscado esa belleza que con conmueve porque nos dimensiona como seres inteligentes y sensibles, porque nos enfrenta con nuestras miserias y nuestras alturas, fue denigrada porque se suponía que el desencanto social no daba lugar a manifestaciones de este tipo. El arte tenía que denigrarse si la sociedad se degradaba. El arte ya no era una opción para demostrar que el oprobio no puede dominarlo todo.  
Joana Vasconcelos en Versalles. 
 La realidad es que tenemos, en muchos aspectos, una sociedad mejor cada vez: ya no morimos de peste, las comunicaciones avanzan, la medicina mejora las expectativas de vida, el conocimiento es masivo, y, en cambio, nunca habíamos tenido un arte tan fácil y banal.  Es decir, mientras las comodidades sociales aumentan el arte empeora. ¿Por qué cuando las sociedades han sufrido guerras, enfermedades y desastres sus artistas han creado grandes obras? ¿Por qué dejaron de ser conscientes de que para crecer necesitamos de la belleza porque es una forma de rodearnos de una aspiración superior, inteligente, luminosa? Una obra zafia y obscena como la exposición escatológica de detritus nos degrada tanto como la pretensión de que algo kitsch sustituye a la belleza. Lejos de lo trágico, lejos de lo sublime, inmersos en su mediocridad.

Joana Vasconcelos en Versalles.
Publicado en la Revista Antídoto, en el mes de Julio. 

18 comentarios:

Alex Contreras dijo...

una lastima que para hablar supuestamente de genero femenino utilicen tapones o satenes. si no hay algo más banal que eso... tal vez las instituciones que creen que eso es arte.

Anónimo dijo...

Hola Avelina gracias por esta última critica!. No se si conozcas el trabajo de la artista Rocio Boliver mejor conocida como "la congelada de uva", ¿que opinas de ella?, creo que podría ser interesante alguna critica acerca del trabajo de esta persona.
¡Un saludo afectuoso!

Anónimo dijo...

Hola Avelina,
El Museo Nacional de San Carlos presenta: Arte con rostro de mujer.
Piezas de Marta Palau, Teresa Margolles y Betsabeé Romero.

Más basura, más de lo mismo. Una falta de respeto al público y siendo un museo con una gran colección de pintura.
Saludos.
Carla

PD. Estuve en su conferencia en LA ESMERALDA, no fui acarreada

Avelina Lésper dijo...

Anónimo:
Aquí en el blog hay un texto sobre el festival de performance Performagia, lo que pienso de esta manifestación está claro en ese texto y vale para la congelada también. Eso no es arte. http://www.avelinalesper.com/2011/09/performagia-6-catalogo-de-performance.html

dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Brasas dijo...

Dimo, me parece buen hallazgo crítico por tu parte comparar el rechazo del arte kitsch con "un papá que le dice a su hijo: lo que tu escuchas no es música, en cambio lo que nosotros escuchábamos si era música."

No obstante... ¿es que nunca puede ser cierta esa frase?
¿no pueden existir músicas que realmente sean fraudes, musicalmente hablando?
O pongamos otro ejemplo con papá y niño: Cuando un adolescente por influjo de la moda y la publicidad se cree que bebe algo sano tomando un "zumo de naranja" procesado industrialmente hace meses, ¿sería tan descabellado que su papá le dijera: "deja esa porquería y traete 4 naranjas, y hacemos un zumo de verdad"?

En esta sociedad actual donde hay tanto fraude, tanta tendencia a la comida-basura, política-basura, literatura-basura, arte-basura, -que sin la propaganda que los encumbra nadie los consumiría- ... ¿Vamos a dar por igual de buenos todos los PRODUCTOS, por simple miedo a sonar antiguos, o “ingenuos”?

Brasas dijo...

Por otra parte claro que hay imágenes elaboradas que se pueden disfrutar, a mí Koons me repugna y en cambio esa foto de Yayoi Kusama me gusta, -como me gustó mucho una hamburguesa con sobre extra de mostaza que me comí el lunes en el BurgerKing :D- ...pero pienso que el Arte es otra cosa.

Estas cosas de Koons y Vasconcelos si estuvieran en un bazar chino o en el hall de un centro comercial la gente los miraría como lo que son: objetos más o menos chirriantes y llamativos. Nadie pensaría que son Arte, igual que nadie piensa que sean Arte 100 gatos de la suerte chinos moviendo la pata en la estantería de un bazar. Sólo cuando el artista conceptual de turno recibe una subvención para comprarlos y llenar con ellos una sala, está aceptado –(e incluso EXIGIDO)- que pensemos que son Arte!!
Koons no compra 100 gatos de la suerte, ve más llamativo encargar que le fabriquen uno sólo, 100 veces más grande... pero en definitiva estamos ante la misma banalidad.
Son “artistas” que permanentemente se están beneficiando de presentar sus obras con la máxima propaganda, envueltas por el máximo lujo y peloteo institucional, en los mejores museos y palacios del mundo.
Y eso es lo que más me fastidia, pienso que el darle a esos objetos categoría de gran Arte es una BURLA -plenamente cínica por parte de los comisarios y curadores- a toda la gente que a lo largo de la Historia se ha esforzado y se sigue esforzando hoy día, por crear una obra con contenido, que exprese cosas.

David de Vil dijo...

Hola Avelina, admiro tu blog. Creo que es una luz entre este oscurantismo cultural que vivimos, y por lo tanto me gustaría mucho conocer tu opinión sobre la semiótica y la lingüistica, aplicada a las artes y a la belleza.

Saludos,

David.

dijo...

Hay muchas obras de Bronzino, de Ingres, de Renoir, de Brueghel y de tantos otros clásicos o modernos de primera línea que podrían ser consideradas en justa medida como trabajos de muy mal gusto.

Lo mismo pasa con muchos palacios clásicos o neoclásicos excesivamente chirriantes y llamativos. Por eso pienso que algunas obras de este artículo de Avelina riman tan bien con el palacio donde están situadas: de cierta manera obra y espacio son bastante kitsch.

Dicho esto creo que el carácter peyorativo de la categoría “kitsch” no es un buen argumento para demeritar algo.

Tampoco veo nada de malo en los bazares chinos. Como en todo, en medio de muchas cosas de mala calidad a veces se encuentran productos tan elaboradas que podrían ser considerados obras de arte en el sentido más decimonónico del término, y eso si es que la categoría “arte” tiene actualmente algún valor (como cree Avelina), lo cual es discutible según mi opinión.

En lo personal, carece cada vez más de valor el “arte” cuando esta noción es tomada como un argumento en sí mismo para legitimar o deslegitimar algo: ”esto es arte”, “esto no es arte”. La misma idea del “arte” sea entendida en términos tradicionales o modernos me parece cada vez más una ilusión insufrible de personalidades ególatras. Y todo esto a pesar de que mi oficio es el de hacer un tipo de pintura que podría considerarse ligado al arte clásico.

No por ello dejo de admirar grandes obras de la pintura de Rembrandt, de Van Eyck, de Caravaggio y de muchos otros, pero no porque sean arte o no (eso sería una tontería), sino porque aprecio sus cualidades visuales y porque veo que se trata de construcciones simbólicas muy elaboradas.

Por otro lado, si Matthew Barney produce una estética magnifica con toda una simbología personal, con diseños impecables y videos fantásticos pues me parece excelente también. (Asi Avelina crea que son “ verdaderamente ridículos... kitsch, sin sentido y horrendos” Como también veo con buenos ojos el perro gigante de Koons. Claro está, estos artistas contemporáneos cada uno por aparte tiene obras mejores que otras. Los punticos o mariposas de Hirst o de Koons me parecen obras realizadas únicamente con fines económicos, en serie y sin mayor interés. Sin embargo otras obras de los mismos artistas me parecen realmente buenas a nivel visual.

Otra cosa es la mafia de los museos y espacios de presentación del arte donde se cuelan quienes no tienen ningún trabajo elaborado con la imagen. Repito: a estos últimos es a quienes toca apuntar y no a los creadores de imágenes elaboradas, así estas nos gusten o no.

Loles dijo...

Dimo tiene razón a mi me gusta más un cromo de Hello Kitty que una pintura del Caravaggio y creo que Koons debería de hacer esculturas de las barbies, esto es igual que el David o que el Éxtasis de Santa Teresa y mejor porque son más famosas. Esas son las imágenes de nuestro tiempo, nos toca admirar a Hello Kitty pues adelante,así hizo Warhol, y se volvió el artista más importante del siglo XX.

dijo...

Creo que vale la pena que vuelva a leer lo que escribí anteriormente. Tal vez le sirva, porque no entendió la idea.

Roy dijo...

Eso da pena ajena, así simplemente, tambien creo que es una burla, este "Arte" va de la mano del capital voraz que acompaña esta modernidad impuesta, estamos llegando a los límites de la estupidización, no hay argumentos para defender, en serio, no necesitamos profundizar mucho, sentido común, realmente creo que quién admira y defiende esto no lo hace nisiquiera por un gusto sincero, ¿quien se ha sentido conmovido por estas cosas?¿que sentimientos pueder mover estas ocurrencias? lo único que alcanzan a lograr es indiferencia, quiénes las crean son complacientes con el sistema que está creando individuos igualmente indiferentes, incapaces de sentir, insensibilizados,zombies deambulantes que asienten a todo por quedar bien, ya todos están asqueados del Arte siendo que tendría que ser un réspiro para el alma. Pero como siempre "el mercado manda" que es lo mismo que Dinero habla.

Brasas dijo...

Dimo, es cierto que hay cuadros de Bronzino bastante feos ;D
Pero cuando yo era estudiante de Arquitectura recuerdo que nos decían: “Hay que perder el miedo a hacer un dibujo feo”. Y creo que es de las mejores cosas que nos decían: Iba enfocado a que viésemos el dibujo como una herramienta para EXPRESAR, no para hacer bonito.

Por ello, la exigencia que tú planteas de que las obras sean visualmente ricas y elaboradas yo también la comparto, .... solo que no creo que haya nada de malo en extender ese mismo nivel de exigencia también a los contenidos. Pinturas como por ejemplo esta tuya:
http://exposiciondedimo.blogspot.ca/2011/10/la-resurrection-des-morts-et-le.html
... a mí me parecen sugerentes y disfrutables por lo elaboradas que están, tanto en la FORMA como en el CONTENIDO. Esto para mí les da mérito, interés y valor artístico, independientemente de que luego cada cual las vea más o menos “bellas”, o de mejor o peor gusto.

En cambio, esas obras que ilustran el post de Avelina, si bien son como tu dices “visualmente elaboradas”, a mí me resultan decepcionantes porque no veo que en cuanto a “elaboración intelectual” estén a la altura de su fama mundial.

Y habiendo artistas -antiguos y actuales- con un universo personal tan creativo, que cuentan y sugieren tanto contenido con sus obras –(aunque sea desde campos menos considerados, como el cómic o la ilustración)- ... veo deprimente que lo que se encumbre en Arte, a nivel planetario, sean estas cosas kitsch ostentosamente frívolas y vacías.

marco tulio dijo...

Hola Avelina, soy disenador y pintor y he estado leyendo tus criticas de las cuales siento que eres como la che gevara del arte,defendiendo la libertad, en fin vivo en Monterrey y soy de coahuila, como sabras en estos dos estados la sociedad a sido invadida por el crimen organizado y casi todas las platicas en todos los niveles y medios,solo se habla de como nos carcome la corrupcion de nuestros gobiernos. Al leerte siento que lo que esta pasando es muy parecido,en los dos casos hay una corrupcion en beneficio de esos pocos que generalmente son ignorantes con poder que tratan de vendernos sus mentiras para seguir enriqueciendoce, y los artistas nos venden todo tipo de articulos exageradamente brillosos y grandes que podrian estar en una tienda de regalos, pero pienso que solo nos estan mostrando lo babosos que somos en dejarnos engañar por este exagerado ruido visual. lo compararia a como cuando los españoles nos cambiaban oro por espejos. Los politicos nos marean con la television, los criminales con sus corridos y sus lujos de mal gusto, es lo mismo, es el Pop, es el Kirtch, creo que este arte solo es un espejo de nuestra ignorancia.

En fin me gustan algunas piezas como el perrito de koons que solo por su tamaño hace la diferencia de la tienda de globos, pero pienso q el mensaje es ese. restregarnos en la cara lo ignorantes y animales que seguimos siendo en esta disque sociedad moderna del siglo XXI, en donde ni siquiera hemos aprendido a comer lo que en realidad nuestro cuerpo digiere...

marco tulio dijo...

Hola Avelina, soy disenador y pintor y he estado leyendo tus criticas de las cuales siento que eres como la che gevara del arte,defendiendo la libertad, en fin vivo en Monterrey y soy de coahuila, como sabras en estos dos estados la sociedad a sido invadida por el crimen organizado y casi todas las platicas en todos los niveles y medios,solo se habla de como nos carcome la corrupcion de nuestros gobiernos. Al leerte siento que lo que esta pasando es muy parecido,en los dos casos hay una corrupcion en beneficio de esos pocos que generalmente son ignorantes con poder que tratan de vendernos sus mentiras para seguir enriqueciendoce, y los artistas nos venden todo tipo de articulos exageradamente brillosos y grandes que podrian estar en una tienda de regalos, pero pienso que solo nos estan mostrando lo babosos que somos en dejarnos engañar por este exagerado ruido visual. lo compararia a como cuando los españoles nos cambiaban oro por espejos. Los politicos nos marean con la television, los criminales con sus corridos y sus lujos de mal gusto, es lo mismo, es el Pop, es el Kirtch, creo que este arte solo es un espejo de nuestra ignorancia.

En fin me gustan algunas piezas como el perrito de koons que solo por su tamaño hace la diferencia de la tienda de globos, pero pienso q el mensaje es ese. restregarnos en la cara lo ignorantes y animales que seguimos siendo en esta disque sociedad moderna del siglo XXI, en donde ni siquiera hemos aprendido a comer lo que en realidad nuestro cuerpo digiere...

Diego dijo...

Muy bueno y sobre todo muy valiente su comentario.
Es increíble que sea tan extraño hoy en día leer una crítica que, justamente, ¡critique! La belleza se ha abolido junto con la crítica en tanto tal. La crítica se ha vuelto publicidad, en los casos más humilde en didáctica para turistas al campo del arte. Definitivamente el campo del arte se ha cerrado sobre sí mismo y no tiene ningún problema en vivir así. Se puede criticar a un jugador de fútbol, a un diputado nacional electo por el voto democrático, pero no a un artista que logró exponer en un museo de prestigio. Esto es grave.

La única objeción que me atrevo a hacerle a su artículo es respecto a cuando Ud sede a la retórica hegemónica en el campo cultural: No es necesario ponerse a discutir acerca de si el mundo de hoy es mejor que el de ayer. ¿Por qué si me gusta comer helados no puede interesarme la belleza dentro de la obra de arte? ¿Por qué si me preocupo por la comodidad del colchón en el que duermo o por el modelo del teléfono con el que hablo voy a tener que impostar un dolor frente al mundo que de hecho no me impide moverme en la vida, tal como creo que les ocurre a todos los artistas que tienen free pass en las galerías y en los museos reconocidos? Me gusta la belleza en el arte así como me gusta ver partidos de fútbol, así vivo, ¿por qué debo sentir culpa por esto? ¿A qué le tenemos miedo?
Sí, el mundo tiene matices horribles y dolorosos, pero está a la vista que la belleza de las obras de arte siguen (para decirlo de un modo directo) surtiendo efecto en la subjetividad y en la sensibilidad de aquellos que se predisponen a afrontarlas. ¿Por qué reprimir esta realidad?

Saludos

Gpoliterario dijo...

Totalmente de acuerdo con tu articulo, desde hoy sere tu fiel seguidora, gracias por tener un blog tan interesante como este.
saludos desde Tijuana

Unknown dijo...

Mi haría un gran honor si viera este corto inspirado en la violencia y culto a la santa muerte. Espero de verdad lo disfrute y me regale sus comentarios. -Contraseña: humanidad - https://vimeo.com/85263402