domingo, 28 de agosto de 2011

REFLEXIONES SOBRE ARTE CONTEMPORÁNEO. BREVÍSIMO DICCIONARIO DE UNA IMPOSTURA.

Damien Hirst.

ARTE BURGUÉS. Este es un anti-arte burgués y ocioso que desprecia el trabajo. Artistas que no trabajan, no estudian, no hacen. Roban, copian, designan, sobre valúan sus objetos por un capricho de la moda, exaltan el consumismo. Es el gran elogio a la decadencia del capitalismo.

ARTE CONCEPTUAL O CONTEMPORÁNEO. Las obras que se auto llaman arte contemporáneo, son conceptuales, porque en todas son las ideas y el discurso el único peso intelectual que poseen, y es el concepto lo que les da el sentido como arte. La acepción cronológica al ser siempre inestable es inexacta. Cualquier obra, -desde el ready-made hasta las que tienen algún tipo de factura- que hace de las ideas su gran valor real es conceptual. Si una obra despojada de esas ideas pierde su sentido como arte, entonces no es arte.

ARTE CONTEMPORÁNEO Y OTRAS ARTES. La música, el teatro, la literatura, la danza, el cine llevan esto de ser contemporáneos con otra perspectiva. Estas artes requieren de un involucramiento más real de público: tiene que pagar el boleto para entrar al teatro o la sala de conciertos, sentarse y presenciar durante una o dos horas una obra y con sus aplausos o abucheos manifiestan su opinión. Leer un libro exige de concentración y tiempo, el escritor ve cómo los libros se quedan en la bodega o son un éxito. Los críticos de estas disciplinas son feroces, el cine aguanta toda clase de análisis y nadie se rasga las vestiduras. En cambio el arte contemporáneo se ve en cinco minutos y el público se larga. El artista contemporáneo vive en una burbuja, no tiene contacto con el público, niega la crítica que no es favorable y si el público no va a la sala es porque no entiende, nunca porque su obra deje insatisfecho al espectador o porque se perciba como una farsa. Este anti-arte no es para el público, ni para el museo, es una práctica endogámica para sus curadores, críticos y artistas.

Jeff Koons.

ARTE QUE NADIE SE ROBA. El criterio del ladrón es el sentido común, la realidad de que todas las obras son lo que son: una pintura es una pintura, un dibujo es un dibujo, una lata vacía es una lata vacía, un excusado es un excusado. Y algo tan real como un robo, tan inmediato, lo pone en evidencia. Nadie se roba un montón de ropa sucia, unas cajas de cartón. Los nuevos museos no requieren de alarmas, medidas de seguridad o guardias, y lo que se llegarán a robar, puede ser reemplazado en un instante y sin la presencia del artista.

ARTE TRADICIONAL Y ARTE CONTEMPORÁNEO. La distinción arte tradicional y arte contemporáneo es una deformación estética. Los “contemporáneos” tienen 100 años haciendo lo mismo, es tiempo suficiente para crear una tradición. En cambio la pintura que se hace hoy no detiene su evolución, y sus preocupaciones, estética y estilos están completamente inmersos en nuestra actualidad. Los artistas contemporáneos no son modernos, tienen cien años sin evolucionar.

ARTISTA. Todos son artistas y todo lo que el artista designe como arte es arte, es el estatus actual. Hoy tenemos a la mayor población de artistas de la historia del arte, por lo tanto ninguno es indispensable. Ser artista contemporáneo es una moda elitista. Antes querían poner un bar nice, luego ser “diseñadores de imagen”, después Dj’s y hoy, finalmente, son artistas contemporáneos. La actitud de arrogancia y de fatuidad de los artistas es justificable: venden sus elementales ocurrencias y los coleccionistas demuestran su poder adquisitivo con estas compras caprichosas y exhibicionistas.

ARTISTA, REQUISITO PARA SER. El requisito es no saber hacer las cosas para hacerlas. No saber hacer arte para ser artista.

ASPIRACIONES. Los artistas quieren ser millonarios y los millonarios quieren ser artistas. Si declarar que algo es arte te hace artista, aceptarlo, motivarlo y pagar por eso, también te hace artista. Pagar el precio convierte al coleccionista en un artífice más del objeto; sin su aprobación y su inversión la obra nunca hubiera trascendido como arte, así, el comprador forma parte esencial en el montaje de esta farsa. Comparar algo de valor “teórico” te define como moderno y actual. El precio en estas obras es su validación real: si es caro entonces es arte.

BASURA. Es la materia prima del arte contemporáneo. El arte de la pepena. Cualquier cosa que esté en un basurero es susceptible de ser una obra maestra. Tenemos obras con cajas de cartón, envases de PET, detritus orgánico, restos animales, latas de refrescos, aparatos eléctricos descompuestos, y un largo etcétera que se concentra en los tiraderos de cada ciudad. El Arte Povera hizo del desperdicio un lujo más de la demagogia del capitalismo, lo que es una desgracia en el tercer mundo en el primero es arte. La sociedad de consumo cansada de comprar cosas codiciables, codicia lo que desecha, transformado por el poder del artista. Ante el increíble talento de estos artistas para encontrar basura, propongo que en los tiraderos impartan seminarios de Gestión Curatorial y Arte, les den becas para que clasifiquen la basura y además que a los ciudadanos que separen su basura les den certificados de artistas contemporáneos. Más hace este anti-arte por el planeta que la ecología.

Klara Liden.

BECA. Los artistas contemporáneos piden becas para recortar periódicos, recolectar su ropa sucia, hacer fotos fuera de foco de fachadas de McDonald’s, poner bocinas a un automóvil y recorrer las calles escandalizando con su ruido. Estas "obras" necesitan el apoyo económico del Estado porque de otra forma les resulta imposible realizarlas. Estos artistas no crean por la necesidad imperiosa de su vocación, lo hacen por encargo y por dinero. El Estado, en su perpetua ignorancia e ineficacia, siente que si apoya estas “manifestaciones artísticas” cumple su compromiso con el arte. Haría más no apoyando estos despilfarros.

CÉDULA. Son muy importantes, es lo único que le informa al público que el extintor de incendios no forma parte de la exposición.

CÉLULAS ESPEJO. Éstas crean un proceso cognitivo en el que nos ponemos en la situación del Otro, sin ellas no existe la imitación, que es fundamental para el aprendizaje; se activan al ver una acción o cómo se realiza y tratan de recrearla. Estas neuronas también trabajan cuando tú al ver una obra de supuesto arte te ubicas en el sentido del creador y piensas que esa obra no requirió de un talento sobresaliente; analizas rápidamente tus habilidades y comparas lo que tú sabes hacer con el resultado de la obra y deduces que no tiene rastro de inteligencia creadora. Al no reconocer inteligencia o emoción en el trabajo, decides que es algo sin la calidad para poseer el estatus de arte. Al ubicarte en el papel del artista lo identificas como un estafador que suplanta la verdad del arte por una mentira. El arte tiene entre sus objetivos ayudarnos a comprender la realidad a través de la representación y lo hace con la herramienta de las células de espejo: si eliminan el objetivo de representar, las células no trabajan en ayudarnos a ordenar nuestra realidad y la existencia. Este anti-arte va en contra de los procesos de la inteligencia y nos encamina a disminuir habilidades formadas durante decenas de miles de años. Este arte volverá a la estúpida humanidad.

COMPROMISO. La mayoría de las obras tienen un compromiso social y buenas intenciones, esto convierte cualquier representación en una evasión al razonamiento crítico. Si se critican los resultados, entonces se juzgan las intenciones. La introducción de una moral en el arte hace que las obras, por abyectas que sean, tengan un aval de fondo: todo es bueno, en el sentido moral del término.

CONCEPTO. Si lo único que tiene valor en la obra es el concepto, y despojada de esto pierde su valor, entonces no es arte. El concepto es un enunciado arbitrario que pretende cambiar la naturaleza de un objeto, sin conseguirlo, exigiendo una comprensión que no requiere; un objeto es lo que es, nada más.

CRUELDAD. Ejercer la crueldad no tiene que ver con recrearla y eso es patente en la literatura. Asesinar animales, explotar la muerte de otros, alardear del racismo no es arte porque, como todo en el arte contemporáneo, no es resultado ni del talento ni del trabajo del creador o “ideador”. La función de esto es escandalizar para llamar la atención. En una corrida de toros la crueldad es parte del espectáculo, pero el torero toma riesgos que no toma ningún artista contemporáneo. Si Guillermo Vargas Habacuc, que dejó morir de hambre a un perro, amarrara al curador y al galerista para matarlos de hambre no habría existido jamás el performance criminal que hizo. Muchos toreros han muerto en el ruedo, y ¿quién ha muerto haciendo una obra? Nadie. Estas obras tienen una lógica elemental: si hablan de que dejaron morir de hambre a un perro, entonces funciona dejar morir de hambre a un perro. Si hablan de que pusieron suásticas, entonces funciona poner suásticas. Si hablan de un asesinato, entonces funciona asesinar. Estoy esperando el suicidio colectivo de estos mediocres para que cierren su ciclo de obras, ya que trabajan con las herramientas de su época. Adelante, la violencia es la gran herramienta actual para acceder al poder y la fama.

Song Dong.

CURADOR. El curador es un vendedor, un publicista, un dictador y es, al final, el verdadero creador de la obra. Las exposiciones no son anunciadas con el nombre del artista, lo principal es el nombre del curador. El curador vende la idea de su colectiva, decide qué artistas van en la exposición y con su texto inventa los valores subjetivos e invisibles de su producto, es decir, los artistas y sus obras. Estos valores no existen, como los publicistas, miente sobre las características de su producto. El curador le dicta al artista lo que tiene que hacer, lo que significa y decide el valor que tiene en la exposición. Cómo todos son artistas, todos debieran ser curadores, pero no es así. Éstos y los teóricos son los entes pensantes de la obra. El artista es sustituible, el curador como los dictadores, no lo es. El curador al dar sentido a la reunión de objetos y llevarlos al recinto expositivo es el artífice real de la obra. Desháganse de los artistas. Para poner una piedra con una patineta rota o una tina de aceite quemado en el museo, un curador basta, no se requiere a nadie más.

ENTENDER. “Si no te gusta es que no entiendes”. Confunden creer con entender. Cuestionar a la obra es no entender. No piden que se entienda, piden que se crea que eso es arte. En el momento en que dejen de creer que eso es arte, dejará de serlo. Si no crees en el milagro, el milagro no existe. Esta actitud elitista: “Tú no entiendes”, margina al público, lo expulsa de los museos y le quita al artista la responsabilidad de las consecuencias de la obra. Si el público no ve en la obra lo que el concepto y el significado dictan es que es ignorante. El artista es infalible, nunca se equivoca. La sensibilidad del espectador es inoperante, el artista es intocable.

ESCUELAS DE ARTE. Las escuelas de arte no son necesarias, ser artista es una actitud que se adquiere como ponerse unos zapatos, y el arte se designa. El arte no tiene valores de calidad, ni técnicas específicas, entonces tampoco requiere ser enseñado en una escuela.

HIRST. Producto estrella de los YBA que inventó el publicista Saatchi. Es el Miguel Ángel del arte contemporáneo. Hombre de negocios, experto en vender sus desechos (colillas de cigarros, enseres domésticos) a empresarios que especulan con esto en el mercado del arte. Su calavera de brillantes, “For the love of God” es uno de los fraudes del mercado del arte más escandaloso. La compró él mismo con su contador y su galería White Cube. Con esta transacción se posicionó como el artista más caro: 50 millones de libras esterlinas. Nadie certificó que los 8,601 diamantes fueran originales. Este mito es apoyado por la crítica, así como los publicistas halagan cualquier producto de su cliente.

IRONÍA. Esta ironía no es la crítica ácida a la sociedad, es un chistorete permanente. Con un discurso curatorial del nivel de programa cómico de la televisión del tercer mundo, las obras hacen un chiste de cualquier banalidad o tema. Este chiste demuestra la “irreverencia del artista”. Cuestionar “con ironía”, “ser corrosivo” sustituye la responsabilidad de llevar una denuncia a sus últimas consecuencias. Para qué ser transgresores si podemos ser simpáticos y chistosos. Cáscaras de limones chupados, esculturas de sanitarios portátiles, chicles pegados en la pared, bolsas del mercado amarradas, todo es ironía. Este chiste es explicado por el curador, asegurándose de que su inteligencia superior entiende el chiste mejor que el público.

IMAGINAR LA OBRA. Decir que estas obras nos invitan a que imaginemos a partir de ellas es también un mito. Nos imponen qué es lo que debemos imaginar, lo ordenan claramente en las cédulas explicativas del curador. ¿Dónde está la libertad del ejercicio imaginativo si te dictan la reflexión? Instrucciones de obras imaginarias: la gente mira una pared y se supone que tendría que imaginarse la obra. ¿Por qué el autor no imaginó la obra y la realizó en vez de dejar ese trabajo al público? Un escritor no deja el libro en blanco para que te imagines la novela. Pedir que el público se imagine la obra encubre el vacío que el artista deja ante su incapacidad de terminar algo.

JUVENTUD. Su nombre oficial es “artistas emergentes”. Ser joven o emergente es un requisito para estar en exposiciones, es la adicción a lo nuevo del marketing del arte contemporáneo. Caras nuevas aunque las obras sean iguales. La virtud no es el talento, es la fecha de nacimiento. Las obras emergentes son de temática intrascendental, relacionadas con falta de inteligencia, irrelevancia, banalidad y sin un compromiso un social o estético serio. El arte niñato que no le importa lo que suceda en el mundo, aunque en la cédula hablen de la “decepción que les causa esta época” no existe una obra que describa esa decepción o un sentimiento de rebeldía ante lo que acontece. Estos artistas reflexionan sobre su ropa, la televisión, las redes sociales; son decorativos, conformistas, consumistas y políticamente correctos. Son un producto del sistema y trabajan para el sistema. Estos artistas sin arte son ciegos al hecho de que las grandes obras del Caravaggio o Lucian Freud también fueron obras de juventud.

MAL GUSTO. Si el buen gusto carece de prestigio en esta época, como carece la belleza, el que ya tiene un prestigio universal como expresión contemporánea es el mal gusto. No se trata de acabar con obras terribles, que golpean a la mirada con la agresividad de la realidad, -ya lo demostró Otto Dix con sus grabados sobre la Primera Guerra Mundial que tienen la virtud de enfrentar al espectador. Lo que hacen los artistas contemporáneos es tratar de llamar la atención con rabietas visuales y chistes monumentales para provocar de forma artificial y pretenciosa. Objetos que siempre pasaron por kitsch, detestables y desechables hoy son la apoteosis de las subastas. Los objetos de feria de Koons son llamados esculturas; los animales en formol de Hirst son reflexiones sobre la existencia; las llantas y coches de carnaval de Betsabé Romero están en los museos. El mal gusto es el pase de entrada a la instantánea posteridad de este efímero capricho de la vulgaridad al que llaman arte contemporáneo.

Song Dong.

MEDIOCRIDAD. Pretender que el talento, la disciplina y la técnica en el arte son cosas del pasado es tratar de imponer a la mediocridad como signo de distinción de nuestra época. La llamada “democracia del arte”, “la muerte de la tiranía del genio” es la dictadura de los mediocres. Hoy existen artistas completos, que trabajan en su obra, desarrollando e investigando en la constante revolución de la pintura, la escultura y el grabado, que se ven marginados para que la falta de talento y la mediocridad tenga “derecho a crear”. El imperio de gente sin obra, que designan sus orines como arte, se ha apropiado de las galerías y los museos, amparados por curadores y críticos que lo explican y lo aplauden, convirtiendo al arte en una trama especulativa, en un negocio vulgar. Son libres de hacer con su detritus, con la basura que recolectan y con su pose de artistas lo que quieran, pero rebajar el nivel del arte al capricho de los mediocres es otra cosa.

MUERTE Y CADÁVERES. El robo de cadáveres para obras era un canon en la Antigüedad. Leonardo pintó cuerpos, Caravaggio en su Muerte de la Virgen la modelo es el cadáver de una prostituta. Para el Caravaggio el propósito de la obra no era llevarse un cadáver, su objetivo fue que la imagen de la virgen se viera muerta, desprotegida, inerme, que los colores de la piel fueran los de un cuerpo por el que ya no circula la sangre. En el anti-arte y sus pseudo-obras su propósito es la exhibición morbosa y descarada de algo que afirman es el cadáver de alguien o la sangre de un crimen. La sangre, el cadáver, es un ready-made que hace del amarillismo la obra y de las aficiones patológicas el único talento del artista.

MUSEO. Anunciaron y clamaron hace cien años la muerte del museo y hoy se dan cuenta que sin este contexto la obra no puede demostrarse como arte. Por eso a los artistas del anti-arte les urge entrar al museo, porque sólo parasitando el contexto del museo legitiman sus obras como arte y les dan trascendencia y valor en el mercado. Fuera del museo estas obras -cadenas de bicicleta, urinarios, bloques de concreto, agua sucia- no existen, regresan a su situación original de objetos sin valor y no son arte.

NO OBJETUAL. Derribemos mitos: el arte contemporáneo ni es abstracto, ni es no-objetual. Si existe algo objetual, concreto, adicto a las referencias cotidianas y a las formas más costumbristas es este anti-arte, que depende en su totalidad de objetos prefabricados, que no inventa ni crea. “Objeto encontrado” “objeto intervenido” “objeto pateado” “objeto recuperado” “objeto reciclado”… decenas de categorías, una para cada cosa. Es el arte de la pepena que parasita la costumbre y la familiaridad con el objeto para relacionarse con el espectador. Carece de la abstracción de la recreación, rémora de las cosas hechas, es el arte del consumismo y la acumulación. ¿No objetual, no retinal? Entonces no depreden, hagan, recreen.

OPORTUNISMO. El arte contemporáneo se aprovecha de un problema grave para, en un acto oportunista, vender una patraña como arte, y sucede la reacción lógica: criticar a la obra es estar en contra de la supuesta “denuncia”.

PERFORMANCE. El performance es cobarde con el público, no permite la interacción. Si un espectador le dice algo al artista este se indigna y pide que saquen del recinto al espectador. Hay una diferencia enorme entre la transgresión y el exhibicionismo. El performance es la versión politíceme correcta y decente de lo que hacen en los antros de show porno. En esos antros los actores que se desnudan, se cagan, masturban etc., aguantan al público, soportan sus insultos y ni ellos ni ningún cliente consideran que lo que hacen sea arte. Saben que es exhibicionismo y que explotan la necesidad morbosa de ver un espectáculo escabroso. Los performanceros sin llegar a lo que se hace en un burlesque o en un antro XXX se hacen llamar artistas, quieren escenarios cultos y además, exigen respeto del público y becas estatales.

PROCESO. El proceso de la obra se supone más importante que el resultado. Vemos obras inconclusas porque esto “abre posibilidades”. Primar el proceso evita que se haga un análisis de la obra ya que al no estar terminada no podemos emitir un juicio crítico. Es parte de la irresponsabilidad de este anti-arte. Es evidente que estas obras no tienen una relación tiempo-calidad, procesos de meses arrojan obras que en realidad tomó instantes pensarlas y hacerlas. Hacer énfasis en que el proceso es largo y complicado es para disfrazar la falta de calidad de los pobres resultados, para hacernos creer que hay un rastro de inteligencia y esfuerzo en ello. Los resultados y banalidad de las obras contradicen la importancia de su proceso. Para que esta contradicción no sea puesta en evidencia es el texto curatorial que explica las intenciones del artista. El proceso es intención. El arte verdadero no es intención, son hechos.

REFLEXIÓN. La gran bandera de este anti arte es la “reflexión”. Las obras por banales que sean exigen una reflexión superior a lo que ellas representan en sí mismas. La reflexión es un proceso que sustituye a la contemplación. La obra, al no motivar que el público permanezca observándola, impone una terea ajena a ella misma, impone un pensamiento en el que debemos entretenernos porque la obra no provoca ideas. Esta reflexión es además parte del significado, debemos “reflexionar” en lo que significa y esto es una idea que se suma a la obra para darle un valor intelectual del que carece y que no justifica con su presencia. Dice Danto “que el artista haga la obra, la filosofía y los teóricos le daremos significado”. El artista es un ser que no piensa, designa algo como arte y un teórico le da un peso intelectual. Reflexionemos en eso.

TODOS SON ARTISTAS. La falsa democratización del arte, el “todos son artistas” se convirtió en una tiranía. El problema es: si todos son artistas y todo es arte, no hay espectadores; el que mira puede ser creador en ese instante, así, para qué ver algo que tú como creador potencial puedes hacer y hasta superar. El segundo problema: al margen de la calidad artística, -que por lo general es nula- no hay nada que observar porque todo es arte, no hay objetos que requieran de nuestra dedicación especial para contemplarlos. Desde los temas que abordan, hasta los materiales que usan, esta totalizadora actitud está dirigida a que la experiencia estética pierda sentido. La decisión, puramente dogmática, que de que todas las aptitudes son iguales -y eso le da a cualquiera la capacidad de hacer arte- implica que no hay nada admirable o valioso en hacer arte, porque se convierte en una operación común, corriente e intrascendente. Lo que hace innecesario un recinto tan costoso y pretencioso como un museo. ¿Para qué alojar, exhibir y resguardar algo que todo el mundo puede hacer? Si todos son artistas y todo es arte, por lo tanto hasta el último centímetro cuadrado de la realidad es arte y es un museo al mismo tiempo. Pues afuera con sus obras, a la calle y que dejen los museos para lo extraordinario.

TRANSUBSTANCIACIÓN. Es una superstición religiosa que afirma que un objeto puede cambiar de sustancia sin alterar su forma. El objeto es algo más de lo que representa, es otra cosa. En eso se sostiene el fraude del arte contemporáneo y sus ideas conceptuales, la figura o sea lo evidente, no cambia, cambia lo que no vemos, el significado. Los conceptos de los artistas, sus curadores y críticos son como la publicidad que nos dice virtudes del producto que no son evidentes pero basta creer en ellas para que existan. La galería, el museo y la iglesia son incuestionables y todo lo que está dentro es verdadero porque lo ampare una idea mal redactada incapaz de ser comprobada. En las reseñas de los críticos que apoyan este anti arte, ante la exposición de adjetivos cuesta enterarse si hablan de una instalación o una performance, pero de lo que sí nos enteramos es que la obra es genial, que es transgresora, que invita a la reflexión, que rompe con esquemas y hace denuncia social y detrás de este edificio retórico está un video pornográfico de Santiago Sierra o unos espaguetis en una silla. Por ello la duda, que es el primer rasgo de inteligencia, nunca es bienvenida en la publicidad, la religión o el arte contemporáneo, porque cuestiona sus verdades fabricadas, y en este proceso es en el que se derrumban todos los mitos. Estas ideas supersticiosas han penetrado como la publicidad y por eso las instituciones y fundaciones creen que apoyar a estas obras es apoyar al arte, restando apoyo al arte verdadero.

Publicado en la Revista Replicante.

46 comentarios:

Zury dijo...

Creo que soy artista contemporánea. Gracias a este diccionario descubrí que muchas de las cosas que hago, veo o siento son arte. Quiero tener el libro, avisáme cuando esté el diccionario librerías, voy a crear una obra con él.

Ramón González Valle dijo...

Critico: Persona que no sabe andar en bicicleta pero te dice como hacerlo. ;)
Juan Ramón González Valle

Aldo Hinojosa dijo...

ja ja es bastante bueno tu diccionario. Aunque habría que agregarle una advertencia que diga:

"no apto para los corazones sensibles del arte contemporáneo"

Saludos!

Señor R dijo...

Brillante.

Anxo Varela dijo...

¡Magnífico! Me ha gustado mucho este trozo, especialmente la parte que resalto:
"La acepción cronológica al ser siempre inestable es inexacta. Cualquier obra, -desde el ready-made hasta las que tienen algún tipo de factura- que hace de las ideas su gran valor real es conceptual. Si una obra despojada de esas ideas pierde su sentido como arte, entonces no es arte."
¡Ahí está la clave!

Me encantaría si pudieras enlazar (o copiar) este estupendo artículo en <a href="http://hartismo.blogspot.com>Harte Contemporáneo</a>, si lo copio yo pierdo el formato.

Me ha encantado.

Xavier De la O dijo...

http://bit.ly/kjF0R8 Este es el primer performancero que muere producto de su propia estupidez.

MICHEL MARIE JOSEPH dijo...

Voici ce que dit Henri Bergson dans son ouvrage sur le rire :

Si la réalité venait frapper directement nos sens et notre conscience, si nous pouvions entrer en communication immédiate avec les choses et avec nous-mêmes, je crois bien que l’art serait inutile, ou plutôt que nous serions tous artistes, car notre âme vibrerait continuellement à l’unisson de la nature.

Les institutions internationales qui nous font subir, de gré ou de force, un insipide Marcel-Duchampisme de pure convenance qui te fait horreur et que tu dénonces avec pertinence ne pourront pas se maintenir éternellement. C'est de l'art pompier rhabillé de pseudo-dadaïsme.

Amitiés de M.

Adolfo Preciado Solíz dijo...

Avelina. Leí con gran cuidado y gusto tu diccionario.
Obviamente estoy de acuerdo con él. Los dos comentarios en tu blog son de dar risa. La noción de que el crítico comenta sobre algo que él no sabe hacer es banal y es un cliché viejísimo.
Bueno. Tengo dos comentarios sobre el escrito.
Me llamó mucho la atención lo de las células espejo, porque es la primera vez que se de una explicación neurofisiológica de nuestro rechazo a ciertas patrañas que nos presentan como arte. El hecho de que hagamos una confrontación de lo que vemos con la realidad y desechemos, naturalmente, la basura es fantástico.

Anxo Varela dijo...

Gracias, Avelina, es un gran artículo,
entre todos parece que "Harte Contemporáneo" está llegando a tener un gran nivel.

ENRIC AROMI dijo...

Felizmente encontre tu exquisito blog.
Necesito contactar y no veo el email por ningun lado.

José Luis Dgespe dijo...

Excelente artículo, para no variar.

Si, es muy cierto y lo dejas muy claro, una cosa es ese mal llamado "arte contemporáneo" que esta de, y es una moda. El arte requiere de destrezas teórico-practico-técnicas, además de un bagaje cultural que debe tener el artista. Sabemos que este "arte contemporáneo" ha proliferado mucho siendo materializado por medio de una gran cantidad de instalaciones que son hechas por "artistas" de los cuales no es posible distinguir cual de ellos ha tenido una formación académica formal y cual ha sido formado al vapor mediante un "diplomado en arte moderno" con duración de una semana, con la creación de una obra incluida.

Este "arte" y me refiero al que se produce amontonando objetos, es el resultado de un fenómeno de mercado, surgido en E. U. allá por la década de lo 60, que retomaron ideas de las vanguardias de principios del siglo XX y que en su momento si causaron controversia y fueron propositivos, y es muy cierto que su factura no resiste ni la más sutil crítica, porque carece de fundamentos intelectuales así como de parámetros de calidad en la factura artística. Lo empezaron a fomentar y a promover gente poderosa y adinerada de nuestro vecino del norte. Conscientes de su ignorancia respecto a la historia del arte o de cualquier indicio que deje ver que es una verdadera obra de arte, lo hacen porque han creado un mercado en el cual promueven a los "artistas" cómodos para ellos, teniendo así el control de este mercado.

Cristina López Casas dijo...

a mí también me gustó lo de las células espejo para explicar esa experiencia de ver la tontera en el arte contemporáneo.
no estoy de acuerdo en que las escuelas de arte están demás. si quieres ver un inteligente manejo de las veladuras alguien tiene que enseñarte lo básico. si no, vas a creer que lo básico es inteligente. no aprendes a ser artista, pero por lo menos aprendes que no lo eres.

quique ruiz dijo...

¡Qué divertida entrada!
A mí se me había ocurrido, como crítica a esto de que todo es arte, encerrar una porción enorme de la ciudad en una capa de circo enorme con un letrero que dijera "MUSEO", donde todoas las cosas que estuvieran dentro fueran mis obras: personas, edificios, calles, autos. Pero luego pensé: "estaría padre"; entonces me dije "chin, creo que no me salió, creo que debería de pensar lo contrario", jajajajaja

luis scafati dijo...

Querida Avelina gracias por poner tanta sensibilidad e inteligencia al servicio de las maltratadas artes visuales, un abrazo desde el sur.

oscar lopez dijo...

Me parece aberrante que los "artistas" sean tan elocuentes en su falta de inteligencia, ya que para serlo no necesitan anunciar sus "trabajos" sobran las mentes brillantes que gastan sus estratosfericas ganancias en justificar sus gustos. Felicidades por tu diccionario, ahora hay que hacerlo requisito indispensable para iniciarse en el arte. Saludos Óscar López

Eltimpano reptante dijo...

pero y después que? si todo el harte esta corrompido, todas las galerias, museos, bienales, escuelas? entre tanta basura que vale la pena?

Ruffus dijo...

"Arte que nadie se roba" No es exacto, de acuerdo a la web: Liu Jianhua, Liz Hickok, Zhan Wang , Song Dong, Gayle Chong Kwan, Jacob Dahlgren, Enoki Chu y muchosa otros crean maravillosas y sorprendentes obras (...) Este es probablemente el arte más robado en la historia del arte contemporáneo del momento. Las obras no importan dado que explotan una misma idea, los artistas, es decir los nombres o mejor dicho en esta era de FB, las jetas de los susodichos van cambiando sobre una misma obra. El robo es permanente y es una virtud para conservar los estrictos límites curatoriales de esta rama creativa.

NEPONTE dijo...

Este diccionario me recuerda al diccionario filosófico de Voltaire. ambos se dedican a demoler los mitos que alimentan la superstición. Hoy, es la superstición de la generación milagrosa del arte. Honremos la afirmación anarquista de la creatividad de las masas, y dediquemos, como lo hace la Maestra Lésper, a exhibir la dictadura de la mediocridad.

Juan Diego Miguel dijo...

Estimada Avelina, he leído con enorme deleite tus definiciones porque ponen en negro sobre blanco muchas de mis percepciones y sensaciones sobre el arte contemporáneo.
Gracias por ello.
Un saludo
Juan Diego Miguel

Artes Plasticas 2011 dijo...

Hola. Solo queria darle las gracias a la Señora Lésper por tan maravilloso blog. Es alentador saber que hay gente que en realidad se preocupa por lo que es el arte y que no tienen una agenda privada que los impulse a promover ¨ manifestaciones ¨ que dependen del gu$to de algunos cuantos.

Artes Plasticas 2011 dijo...

Señora Lésper, estaria usted interesada en dar una charla a estudiantes de Arte en el Centro Morelense de las Artes en Cuernavaca? Seria un honor maravilloso poder tener a una persona como usted en la escuela. Yo soy un estudiante, y la verdad, agradezco que usted escriba y diga las cosas que dice. Por favor, ojala pueda aceptar esta invitacion. Gracias

Yesenia dijo...

Genial. Es agradable encontrar gente inteligente y con sentido común, que no va como borrego idiotizado con las "modas del arte", ni cae en los socavones del mal utilizado término "conceptual". ¿Qué podemos decir de los que se consideran artistas contemporános?, incultos insensibles que al igual que con el término "conceptual", creen que "contemporáneo" se aplica burdamente a ellos, y no, gracias a Dios, las palabras siempre tienen una concepción más profunda. A Duchamp le daría vergüenza, luego de él, ¿dónde quedó el verdero significado de la palabra "inovación"? Pobres seudoartistas, pobres egos en desgracia, no ven más allá de sí mismos. Qué pena.
A la "artista" que hará una "obra de arte" con el libro, permíteme que ría... podrías poner un puesto con tus chácharas en el tiangüis de La Lagunilla a lo mucho.

kenti imagenes del sur dijo...

Muy claro y preciso tu diccionario, comparto plenamente tus dichos!!
Te dejo un par de link a unas reflexiones sobre el tema...

ARTE Y TERROR

http://www.facebook.com/media/set/?set=a.1583441673877.74868.1470790020&type=1

ARTEBA 2011, MARCELO PACHECO TENIA RAZON!!!

http://www.facebook.com/media/set/?set=a.2066663754127.128186.1470790020&type=1

Saludos!!

Cristian Del Vitto dijo...

Es excelente tu artículo, como muralista comparto en gran parte tus conceptos.Se los voy a recomendar a mis alumnos del taller dado que estos temas son de debate común en dicho ambito.

Gack Flores dijo...

ARTE QUE SE LIMPIA: http://gu.com/p/335ta/tw

Gack Flores dijo...

ARTE QUE SE LIMPIA: http://bit.ly/kjF0R8

Ariadna dijo...

Avy: Tengo que entrevistar a un curador, y creo que eres la persona correcta y experta para que me recomiendes quién podría ser interesante.
Saludos, me encanta tu blog siempre lo recomiendo cuando puedo ya que algunos de mis conocidos gustan del mal arte actual. Beso y saludo
Ariadna Ramo

José Mª Arévalo dijo...

Magnífica reflexión, Avelina, por los senderos del ideario hartista. Sin embargo, aprovechar el término “transubstanciación”, propio de la fe cristiana, para arremeter contra la religión, a la que equiparas con el “fraude del arte contemporáneo y sus ideas conceptuales”, me parece poco serio y que en ello haces un flaco favor al Hartismo, socavando sus cimientos. Es el “todo vale” lo que principalmente combate el hartismo, la pérdida de valores, y es justamente ese relativismo en los valores, continuo motivo de denuncia por la Iglesia. Así el Papa, en la JMJ resaltaba que, precisamente ahora, “la cultura relativista dominante renuncia y desprecia la búsqueda de la verdad, que es la aspiración más alta del espíritu humano”. Creo que vale la pena una mayor reflexión al respecto. Lo he comentado, lo positivo y lo negativo, más ampliamente en mi blog
http://blogs.periodistadigital.com/tresforamontanos.php/2011/10/02/p302149#more302149

LUIS GUZMAN dijo...

Excelente! Me ha encantado, mil gracias!

Oval dijo...

Al arremeter como un kamikaze contra las estructuras de legitimación del arte actual y algunas de sus figurillas endiosadas que se erigen como entes sagrados que nadie debe profanar, no me queda más remedio que felicitarte por tu diccionario y por asumir el riesgo (cosa que pocos críticos y curadores hacen), es necesario purgar al arte contemporáneo tan lleno de parásitos, que estas estructuras y sus seguidores pretendan no ser cuestionados ya es una aberración, por eso tu voz resulta atronadora y necesaria , ¿Cómo se puede ser sin una contraparte? Algunos argumentarán que planteas una vuelta al pasado lo cual es una lectura miope de las intenciones que expresas con tus conceptos, creo que se trata de agudizar la perspectiva y no dar nada por sentado, reitero mis felicitaciones y saludos desde Venezuela.

Anónimo dijo...

Dürer korrigiert / Durero corregido

http://www.youtube.com/watch?v=WFjTU0keNvY&feature=mfu_in_order&list=UL

Alicia M B Ballard StudioGaleria dijo...

Gracias!

Anónimo dijo...

Mucho de lo que dices en tu artículo da vueltas en mi cabeza cuando transito por las salas de museos dónde exhiben arte contemporáneo....es cómico ver que los niños se sorprenden de que algo tan común se exhiba en un museo. Veo la cara de incredulidad de mis hijos y a los tres se nos transforma en una gran interrogación asociada del "no me gusta".

Anónimo dijo...

Tu le has dado forma alas ideas que se me viene en mente cuando visito alguna "propuesta" de este tipo, de
el termino "la propuesta" se ha convertido en un chiste entre mis amigos porue dentro de ese nombre cualquier cosa puede suceder y la mayoria no son algo de calidad..Gracias

bruno dijo...

Subscribo muchas de las criticas, aun asi, me parece naif creer que un arte 'sincero' o hasta 'engajado politicamente' sea mas efectivo. Una pintura de Van Gogh es reconocida mundialmente por su valor tecnico y expressivo, aun asi (o sobretodo asi) alimenta un mercado especulativo, sin marcas de contradicion.
Lo mismo con el arte engajado, que sigue circulando en los mismos medios y con las mismas limitaciones, de forma aun mas perversa, al hacer de la critica del sistema su misma mercancia.
A un urinol va gente a mear, aunque este en la pared del museo. Una maquina de hacer estiércol va sempre a dejar su olor en la sala.
Apelar a un arte sincero, en los museos es olvidar su contradicion original, alimentar su fachada de buen-servientes de la sociedad.
perdoname por mi castellano torpe.

https://www.facebook.com/riveramelo dijo...

Excelente análisis critico del arte contemporáneo, creo que es la manera más clara de decir que no es que el arte este en crisis, sino mas bien que los autonombrados artistas son los que lo están...Felicidades!!! Es un mensaje profundo para ver si ahora si vemos al artista involucrarse con el arte...y dejar de "subestimar" como su única propuesta carente de construcción...

https://www.facebook.com/riveramelo dijo...

Excelente análisis critico del arte contemporáneo, creo que es la manera más clara de decir que no es que el arte este en crisis, sino mas bien que los autonombrados artistas son los que lo están...Felicidades!!! Es un mensaje profundo para ver si ahora si vemos al artista involucrarse con el arte...y dejar de "subestimar" como su única propuesta carente de construcción...

Anónimo dijo...

Excelente análisis critico del arte contemporáneo, creo que es la manera más clara de decir que no es que el arte este en crisis, sino mas bien que los autonombrados artistas son los que lo están...Felicidades!!! Es un mensaje profundo para ver si ahora si vemos al artista involucrarse con el arte...y dejar de "subestimar" como su única propuesta carente de construcción...

riveramelo dijo...

https://www.facebook.com/riveramelo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "REFLEXIONES SOBRE ARTE CONTEMPORÁNEO. BREVÍSIMO DI...":

Excelente análisis critico del arte contemporáneo, creo que es la manera más clara de decir que no es que el arte este en crisis, sino mas bien que los autonombrados artistas son los que lo están...Felicidades!!! Es un mensaje profundo para ver si ahora si vemos al artista involucrarse con el arte...y dejar de "subestimar" como su única propuesta carente de construcción...

riveramelo dijo...

Excelente análisis critico del arte contemporáneo, creo que es la manera más clara de decir que no es que el arte este en crisis, sino mas bien que los autonombrados artistas son los que lo están...Felicidades!!! Es un mensaje profundo para ver si ahora si vemos al artista involucrarse con el arte...y dejar de "subestimar" como su única propuesta carente de construcción...

Unknown dijo...

exelente.

Anónimo dijo...

Que de cosas en este diccionario¡¡¡¡
Pero aun así está incompleto, falta el "Supercrítico contemporaneo".

Supercrítico Contemporaneo: Persona con determinados estudios, titulaciones y por ende conocimientos sobre arte contemporaneo que generalmente solo manifiesta opiniones y juicios en una dirección, presumiblemente negativa, negándose a otorgar el mas mínimo valor a aquello que elije enjuiciar y descartando hablar de artistas o materias que considera positivas dado que no generan polémica. De esta forma el supercrítico entra en conflicto permanente con la opinión generalizada dentro del arte contemporaneo, destacando su propia persona irremediablemete y alcanzando una notoriedad similar a la de los artistas que critica.
El supercrítico puede sentarse en una mesa frente a un público que, de forma similar a lo que ocurre e las artes escénicas, lo escucha atentamente y asiente, si el supercrítico es "super" de verdad (existen los supercríticos pastiche) conseguirá general murmullo e incluso carcajadas ante sus "irreverentes" opiniones sobre arte contemporaneo.
El supercrítico cobra por hacer esto, (entrando en paralelismo con cualquier estrella del espectáculo. El supercrítico ve en el arte contemporaneo falta de rigor, torpeza, fealdad y pura mercadotécnia, es decir, la opi nión del supercrítico no difiere de la de gran parte de la población mundial sobre arte contemporeneo (e incluso sobre clásicos modernos como Picasso), sin embargo a diferencia de los juicios de estos ciudadanos normales sin nada de "super", su opinión merece ser presentada en festivales o formar parte de libros de ensayo, y cobra por expresarla. Porque tiene estudios, comprende y utiliza complicados conceptos y a él o ella si le gusta Picasso.

Anónimo dijo...

Yo vivo en Barcelona (España) hace poco estuve en la feria de Arco, y también visité en un pueblo de Tarragona, (concretamente en El Vendrell) un museo que se llama Deu, vi una exposición sencillamente maravillosa, era arte contemporáneo, pero lo que vi me dió mucha pena, sobre todo recordando lo que había contemplado en la Feria de Arco, una auténtica tomadura de pelo, sencillamente lamentable. Pero en ese museo... vi una obra única, un maestro de pintura al fresco, que no se le da la importancia que tiene, como es posible que no se luche por hacer que estos maestros sean más conocidos. No lo entenderé nunca. El maestro en concreto se llama Francisco Valderrama y la exposición Origen y el renacer del fresco. Una delicia para los auténticos amantes del buen arte.

Carlos Giménez
Un amante del arte

Unknown dijo...

Excelente articulo, abre la mente para no permitir que nos contamine tanta basura que hoy llaman arte.
Hacen falta mas personas como usted señora Lesper. La admiro por sus apreciaciones y valentia. Deben levantar mucha ampolla en esos pseudoartistas conceptuales.

Santa María de las Flores dijo...

Simplemente estoy de acuerdo con el "diccionario", por ende con su autora.
Me dejo llevar por el corazón ya que no soy una intelectual, ni una artista.

Acordar: del latin "accordare", de a (proximidad); cordis (corazón). Unir los corazones.

Unknown dijo...

Para mi, el arte debe entenderse desde la perspectiva del espectador, sin que la misma obra sea explicada.