martes, 28 de junio de 2011

EL ROCK Y EL ARTE

Haciendo un panorama general de las portadas de discos,a la vista se demuestra que el rock es el género musical que se une al arte y toma riesgos con sus portadas. Los artistas que han realizado cubiertas memorables lo han hecho para el rock. El resto de la música, incluyendo la clásica que es de una monotonía enfermiza en sus portadas, no han entendido que las artes plásticas son un valor agregado para la obra musical. La gran mayoría de portadas son la egoteca del kitsch: fotografías de los artistas retocadas en photoshop hasta el ridículo, en poses supuestamente sexis o close-up de caras de plástico, que venden atractivo físico antes que calidad musical.

En 1938, Columbia Records con la genial aportación del diseñador Alex Steinweiss inició la venta de sus LP’s con portadas que hablaban del género musical del disco como una estrategia de ventas. Esto hizo que evolucionaran las portadas de papel craft, que sólo daban información con tipografía, a imágenes de diseño con color y estilo. El visionario Steinweiss revolucionó y abrió la puerta para que las portadas fueran en sí mismas obras autónomas, y soporte artístico, muchas veces mejores que la música que contenían.

ROBERT CRUMB Y STANLEY MOUSE.


Some people never go crazy. What truly horrible lives they must lead.
Charles Bukowski.

Robert Crumb impone en sus portadas una violenta acumulación de personajes delirantes que padecen la vida o la música como si vivieran presos día y noche en un poema de Charles Bukowski, autor de la portada del clásico de Big Brother and the Holding Company, Cheap Thrills, de 1968. Con su inimitable estilo hace retratos de cada uno de los miembros de la banda. Crumb, que además es músico, también realiza las portadas de sus propios discos, R. Crumb and his Cheap Suit Serenaders. Como artista de novela gráfica ha realizado la biografía de Charlie Patton y una colección de cartas con los retratos de los héroes del Blues, R. Crumb's Heroes of Blues. Crumb hace de su pasión por la música parte fundamental de su obra, y liga un lenguaje visual truculento y obsesivo a la partitura del disco.



Influenciado por el Art Nouveau de Alphonce Mucha, Stanley Mouse ayudó a formar el mito de Grateful Dead. Creador –entre docenas de imágenes- de la calavera coronada de rosas para el álbum Skull and Roses, una acuarela y tinta china que se convirtió más tarde en serigrafía. Se fugó de la Escuela de Artes de Detroit para instalar su taller de carteles y camisetas en San Francisco. Inicio su trabajo en los 60’s como el diseñador de pósters de los conciertos de rock que se celebraban en el Avalon Ball Room, en el 1268 de Sutter Street, y más tarde se convirtió en el diseñador de las portadas de los grupos. Estos carteles crearon el mito de Avalon. Fascinado con dibujar cráneos y esqueletos, cuando le propusieron un poster para los Grateful Dead se inspiró en un grabado antiguo que ilustraba un poema de Omar Khayyam, a partir de ahí hizo de su obra un sincretismo entre el barroquismo de estilos antiguos, su paleta de color y la psicodelia; él mismo reconoce que nunca se ha inspirado en los artistas actuales, que todo está en el arte del pasado. Una vez Janis Joplin audicionó en su estudio hasta que la policía llegaba porque los vecinos reportaban que una mujer estaba gritando ahí. Para uno de los carteles de Big Brother utilizó el rostro que aparecía en el papel para fumar Zigzag. Los miembros de la banda convencidos de que eso los exponía, fueron al estudio de Mouse y lo limpiaron a fondo, ni una semilla, ni una brizna quedó, pero la policía nunca llegó. Esperando ahora represalias por parte de los dueños de Zigzag, retiraron los carteles, meses más tarde se enteraron de que en Zigzag estaban encantados: fue una gran campaña publicitaria y no les costó un dólar.



ARTE FANTÁSTICO: ROGER DEAN.

There's you, the time, the logic, or the reasons we don't understand.

YES, Close to the Edge.

Entre H. R. Giger y Magritte, las portadas que Dean realizó para el grupo Yes, son inmensos espacios abiertos y silenciosos, en los que la voz de Jon Anderson viaja sin interrupciones. Dean es además el creador del logo de la banda, ese YES inflado de curvas que se entrelazan por un camino interminable. Entre postres y portadas de discos, Dean vendió unos 60 millones de copias; para él este asunto tan exacerbado de la piratería es parte de la falta de evolución de las disqueras. En los tatuajes surgió el estilo Dean, con figuras que se enredaban entre líneas curvas y animales. La primer colaboración fue para el álbum Fragile, en el que un planeta es surcado por una nave que remite a las maquinas de Leonardo, y la ruta es un trazo blanco por todo el globo, esta esfera flota en un firmamento morado. El mundo Yes acababa de ser descubierto. Cada álbum era una galería de la obra de Dean, en algunos, como Yessongs, incluía 4 pinturas. La banda descubrió la obra de Dean en la portada para el grupo afro-británico pop Osibisa, el estilo Dean ya estaba claro: elefantes rojos con alas de avispas, mutados en dragones con los rostros de los músicos como quistes que brotan hasta de la trompa.

Entonces lo que menos deseaba Yes para su imagen era la foto de grupo que usaban la mayoría de los músicos, querían que Dean inventara un mundo en el que podrían vivir sus fans. La música, dijo Nietzche “es el único arte capaz de amarse a sí mismo”, invita a esa masturbación que es escuchar y cerrar los ojos para ver, gozar; la música entra al cuerpo, no lo podemos reprimir, lo inunda, por eso nos movemos cuando escuchamos, porque la música posee, coge. Para muchos fans las portadas de Dean eran un mundo post apocalíptico y ese sonido es el de los sobrevivientes, el continuo desarrollo de las portadas era un mapa que nos indicaría como llegar a ese mundo, Dean a esto solo decía “es una forma de cómo yo creo que la música de Yes se ve”. La música se ve, ese es el hallazgo de las portadas de artistas. Peñascos flotantes, formas orgánicas, paisajes futuristas continuaban la narración de la música de Yes, las promesas de sus canciones Dean las materializaba con acuarelas, tintas, pasteles en un hábitat milenarista y extraterrestre.

SHEPARD FAIREY, DE LA PROPAGANDA A LA MÚSICA.



The marriage of great art, great music and great ideas is an incredible powerful one.

Shepard Fairey.

La obra de Shepard Fairey está inspirada en la estética de la propaganda soviética y maoísta. Planos constructivistas, rostros como monumentos, perspectivas geométricas que lanzan la mirada a un futuro prometedor, la utilización del primer plano como glorificación del personaje. Hizo de los enemigos naturales del capitalismo, como Lenin y Mao, puños levantados, estrellas con ramas de trigo, un lenguaje estético que irrumpía en la calle en atentados guerrilleros del arte urbano. Entre los rostros que Fairey hizo en carteles están los de los músicos que él admira; en los conciertos en clubes buscaba a los músicos y les ofrecía hacerles sus posters y los pegaba en donde le daba la gana. Esta invasión de la propiedad privada con esténcils, pegatinas, posters gigantes que tomaban espacios publicitarios lo hizo un out sider con el que se identificaron otros músicos. Entonces buscaron a Fairey para las portadas de sus discos, los posters de sus giras y conciertos, esto era una declaración de principios, no querían la tapa que hace el departamento de marketing, querían la obra de un artista urbano que rompe las leyes y que ha sido detenido con su equipo de trabajo en varias ocasiones.

Aplicó su estilo de propaganda con su austera paleta en colores rojo y negro, a veces amarillo y azul en carteles y portadas para los Sex Pistols, esténcils de Bob Marley y Ramones. Fairey es un gran impresor que combina técnicas en sus obras, inserta grecas de tapices chinos y distintos fondos. Los músicos entran en la estética de Fairey y aparecen como radicales, se incorporan a la calle como parte de la cultura popular. Uno de sus trabajos más elaborados es el poster de Jimmy Hendrix que le encargó guitarras Gibson para su tradicional concurso. En esta obra realiza una superposición de elementos de tapicería oriental, orillas de timbres postales, grecas de billetes, centrando a Hendrix con su guitarra en blanco y negro. Linkin Park, Iggy Pop, The Gems, Interpol, Blondie, Tom Petty y Bob Dylan, The Cult –con una bomba que estalla negra, amarilla y blanca sobre fondo rojo y una estrella soviética- y la última recopilación de Led Zeppekin, Mothership, con en el arte de Fairey entran en conexión con el público que hace un ritual de la música en vivo. Estos que carteles son para conciertos y se pegan en todos los sitos, aunque sea ilegal hacerlo, hacen del concierto y la reunión de las masas una comunión. La música detona emociones, crea comunidades, alimenta fanáticos, el cartel debe ser algo más que marketing, debe ser una obra que éste a la altura del fenómeno. Si el auditorio va al estadio o al club para cantar una canción a gritos, el cartel debe ser una voz que alcance esos decibeles.

HEINZ EDELMANN, EL SUBMARINO AMARILLO.


I want your horror, I want your design.

Bad Romance, Lady GaGa.

Peter Max es el artista que ilustra las cubiertas de los directorios telefónicos de ATT con una versión a todo color del rostro de la estatua de la libertad, Liberty Head, Max hizo toda su carrera copiando el estilo y la paleta de color de Heinz Edelmann, hasta el grado de que la mayoría cree que él es el autor de los dibujos de la portada y película animada de Yellow Submarine de los Beatles. Si algo definió el contenido de un material musical y lo implantó en la memoria fueron los dibujos de Edelmann. En el auge de las drogas psicodélicas, cuando la alucinación era más intensa en su mito que en la realidad, los dibujos de Edelmann dieron forma a la fantasía colectiva de lo que se suponía sería estar en otro plano de conciencia, o sea, súper drogado. Antonio Escohotado, investigador devoto de diversas sustancias, en su Historia General de las Drogas, dice sobre el LSD: “En una primera fase del vuelo, se recorren paisajes visuales asombrosos, sin detenerse en ninguno, viéndose el sujeto desde dentro y desde fuera a la vez”. Edelmann dio forma y color a estos viajes sin asociación o sentido lógico, sembrando el estilo psicodélico.


Las canciones de los Beatles ilustradas por el arte de Edelmann se convierten en una odisea, son un viaje iniciático que ilumina e inventa la leyenda de lo que todos querían ver, pájaros púrpuras, flores de arcoíris, agujeros que levantas del piso. Dibujos planos como naipes, montajes sin perspectivas en la estética de los íconos medievales, colores primarios. En este Alice in Wonderland para adultos, los cerebros de Lucy in the sky with Diamonds, se animan en una tomografía alucinatoria, banderas, nubes, gatos azules, por primera vez se hace la asociación visual de las drogas y su acción en el cerebro. La obra de Edelmann es una de las minas del arte, no sólo lo copió Peter Max, los animales fantásticos, los cocodrilos rosas, las manos con bocas dentadas, están hasta en el famoso zoológico de Francisco Toledo y todos los oaxaqueños que imitan a su maestro. Desde el surrealismo, que hacía de las combinaciones arbitrarias e inconscientes un lenguaje psiquiátrico de ficción, Edelmann crea el lenguaje de ficción de las drogas, y enlaza sus visiones con las canciones. La obra de Edelmann creó cánones y a pesar de eso no es recordado como el iniciador de un movimiento estético; en revancha su siempre exitante Yellow Submarine un día cumplirá los 64 sin preocuparse Will you still need me, will you still feed me, When I'm sixty-four?”.


9 comentarios:

Rogelio Silva dijo...

Uyyy ese es un tema enorme, totalmente de acuerdo,el rock nos ha brindado grandes placeres visuales además de los auditivos,cuantas portadas magistralmente realizadas,para mi es un deleite escuchar una rola mientras escudriño cada una de las hojitas del CD de ciertas bandas. Algunos de los trabajos que más me han asombrado son los de la banda TOOL, quienes integran obras de Alex Grey, un pintor visionario que toca temas bastante profundos o espirituales, increible, cabe mencionar que uno de los integrantes de la banda tambien es artísta plástico y junto con Grey y otro artista llamado Cam de Leon han creado videos verdaderamente dignos de llamarse obras maestras de arte. En fín hay muchas bandas comprometidas con entragar un producto de calidad en todos los sentidos, checar tmbn el arte de bandas como CYNYC, con pinturas de Robert Venosa. En México bandas como la barranca, la cuca, caifanes tienen buen arte en algunas de sus portadas, hasta Maná que no me gusta su música pero tiene buenas portadas, con arte de un pintor cubano que no recuerdo su nombre. Saludos.-

Daniel Pérez dijo...

Instructiva, inteligente y aguda nota: señala un venero de arte genuino, descubre una vertiente artística que destila belleza y significado.
Gracias, Avelina.

Eric Obregón dijo...

Avelina:

Hola... se me hizo extraordinario este artículo, ya que toca dos de los puntos principales de mi gusto estético: la pintura y el rock... Emilio García Riera, dentro del libro Un siglo de Cine, de Édgar Soberón Torchia, menciona que la "crítica" no es otra cosa que el intento de definir lo 'clásico', juicio en el que coincido y que me hace repensar en esta eterna discusión: Bach es clásico, lo mismo que Beethoven y Mozart ... llegamos a Stravinsky y aún pensamos en eso, cosa que a principios del siglo pasado era inimaginable.. pero llegamos a Stockhausen y ya de divide más la cuestión... Sin embargo, los Beatles hoy son considerados clásicos!! Entonces de qué estamos hablando?... Y lo mismo puede decirse de la pintura y la escultura, clásicos han sido Leonardo, Rafael, Botticelli, Velázquez, Rubens... y Manet?... Van Gogh?... para nosotros podrían serlo, pero para la gente de aquellos tiempos absolutamente no... Y qué decir de Miró, Chagall o Pollock... Y lo mismo pasa con Donatello, Miguel Ángel o Bernini en ralación a Henry Moore, Brancusi o Giacometti. Lo que quiero decir es que así como hay dificultad para establecer claramente qué es lo clásico y qué no... muchas experiencias artísticas que en su tiempo fueron desdeñadas ahora son hoy consideradas grandes obras... Estas portadas de los discos de rock de las que hablas, en sus distintos estilos, son rupturales, rompen esquemas, comunican y verdaderamente expresan algo...

Te mando un saludo.

Carlos Ardohain dijo...

Gracias Avelina,me gustó mucho, es un tema apasionante en verdad, y coincido en que una cumbre del género es la obra de Edelmann

No será una caja de zapatos vacía, pero tiene algo... Ja, ja,

Un saludo

Carlos Ardohain

Eugenio Voirol dijo...

Hola Avelina...!

Como siempre, disfruté mucho tu artículo...y sí, recuerdo muchas de esas portadas inolvidables (de hecho con la de Janis, casi puedo sentirme en el mismo lejano día que compre ese disco)...

Yo recuerdo algunas obras de los mismos rockers:

La portada del album ``Outside`` de David Bowie, pintada por él mismo...quien también ha expuesto su obra...

Las acuarelas de Marylin Manson; autorretratos, flores fantásticas, personajes...

Las pinturas ``serias`` que ha expuesto Ron Wood de Rolling Stones, independientemente de su carrera musical...

...y me gustan las esculturas que ha realizado Yoko Ono, las cuales tienen cierto aire onirico...

Gracias y saludos...!

Eugenio Voirol

Aldo Hinojosa dijo...

Las portadas de Yes!! ...además de su música. También hay que mencionar las de Genesis, las de Peter Gabriel, Brian Eno y Kate Bush. En México me viene a la portada del disco "Ay!" de Astrid Hadad, un retrato pintado por Javier de la Garza.

Bueno, hay mucho de donde cortar en éste tema, que bueno que lo tocaste.

Muchos Saludos!

Aldo Hinojosa dijo...

...por cierto, te faltó la portada de Madonna que hizo Mr. Brainwash.

...ja ja no es cierto.

Muchos Saludos!

Carlos Montes dijo...

Me gusta el post. Sin embargo tengo que disentir sobre eso de la música clásica y sus portadas que venden "atractivo físico antes que calidad músical". ¿Es necesario explicar la diferencia abismal de la calidad musical real de una pieza de música clásica o una sinfonía vs una canción de rock tres o cuatro acordes rasgueados?. Entiendo que su fuerte sean las artes plásticas y no tanto la música, pero Debemos entender que cuando un músico clásico vende su interpretación también debe venderse a sí mismo cómo interprete, por eso es que predominan los rostros en esta clase de discos, ademas de que es todo un mundo distinto la música popular a la académica, en la musica clásica estás (la mayoría de veces) interpretando la creación de otra persona, la obra en si no es tuya, lo unico tuyo es la interpretación y tu rostro.Aun así no es una regla, basta con ver las portadas del guitarrista clásico Andrew York para darse cuenta que los músicos clasicos (principalmente compositores y no tanto intérpretes) ponen ese arte en sus discos. Son muchos los factores que crean esta diferencia, uno más a parte de los que mencioné es que la música clásica nunca ha sido un género demasiado dado a la venta de discos como lo son otros de la música popular.

Julián Velcardo dijo...

¡Hola Avelina!

Me he topado con este tu poderoso artículo, cuya lectura se me había escapado. Como amante del rock en todas sus variaciones, formas y cambios de velocidad, estoy gratamente sorprendido por tu conocimiento sobre el mismo. Este hecho, le confiere a su persona un valor agregado inmenso, que la acerca aún más a mis afectos. Debo confesar que varios de los puntos que Sumercé toca, los desconocía por completo.

No soy músico, pero disfruto la música, sobre todo si es música compleja y elaborada, como lo es la música clásica, el rock y la música folklórica de Colombia, mi tierra. Como amante del Arte y el Rock, y la circunstancia de que, en ciertas ocasiones se fusionen, marcan en mi corazón y en mi mente, una profunda huella. Tu artículo está a punto. Quisiera agregar algunos elementos y algunos nombres.

En nuestro imaginario colectivo, se nos ha incrustado la idea de que el Arte, solo se encuentra en museos, galerías de arte, y sitios afines. Con la eclosión del Arte Pop, mucho de eso cambió. El Arte se movió de esos escenarios, y empezó a manifestarse a nuestro alrededor. Un factor decisivo en esta dinámica, se debe, en gran parte, a la aparición del Rock, el fenómeno cultural y musical de la segunda mitad del siglo XX. El Rock tuvo una gran influencia en la cultura popular, y viceversa. Se puede decir sin temores, que el Rock oxigenó al Arte. Por eso, en comentario anterior, te manifesté que, el arte conceptual tiene ciertos elementos que llaman mi atención.

Un revolucionario cambio de pensamiento, y de estética, se puso de presente, con la entrada en escena de la música Rock. Este género musical, en particular, empezó a generar ideas, y muchas de estas ideas impactaron la filosofía, la poesía, la literatura, los cómics, la moda, el cine, y por supuesto, el arte. Esto generó una retroalimentación, que en el caso que nos ocupa, hizo que el Rock se aliara con el Arte, para expandir la música y las ideas, expresadas en poderosas canciones.

La industria cinematográfica, la industria editorial, y la industria musical, se han servido del talento y la genialidad, de fotógrafos, dibujantes, diseñadores gráficos, ilustradores y artistas plásticos. Su trabajo se ve reflejado en historietas dedicadas al cómic subterráneo, como «Heavy Metal» y «Metal Hurlant», en carteles cinematográficos y, por supuesto, en las carátulas de icónicas bandas de rock, como Pink Floyd, YES, Supertramp, Nazareth, Led Zeppelin, Black Sabbath, Iron Maiden. Grandes nombres han dejado su impronta en estas carátulas y en sus logos, nombres como Greg Hildebrandt, Derek Riggs, Gerald Scarfe, Joe Petagno, Storm Thorgerson, H.R. Giger, Doug Johnson, Alex Grey, Marcelo Vasco, Mark Riddick, y Marcela Bolívar, entre otros.

Me atrevería a decir –con derecho a equivocarme- que la música clásica, no se ha servido de todo este talento artístico para sus carátulas, porque la misma maneja una dinámica un tanto diferente. En el Rock, son las bandas las creadoras de sus contenidos y sus letras, en la música clásica, sus ejecutantes, no pasan de ser meros intérpretes. ¡En un escenario utópico... sería genial ver una carátula de la Sinfónica de Milán, interpretando «las Cuatro Estaciones» con una carátula diseñada por Pieter Brueghel El Viejo!

¡Dama Avelina! Le reitero mi admiración y mi agradecimiento, por darme la oportunidad de hablar de este tema que, como Rockero que soy, toca profundamente mis afectos. Muchas gracias por haberme escuchado. ¡Nos videamos!