sábado, 8 de mayo de 2010

PICASSO, SUITE 347





Picasso, Suite 347, Rafael y Fornarina, 1968, Suite 347, Tres mosqueteros saludan a una mujer desnuda, 1968. Picasso, 1920
Con la pintura se permitió ser un genio, con el grabado se permitió ser un virtuoso. En el Metropolitan Museum y el MoMA de Nueva York coinciden dos exposiciones dedicadas a la obra gráfica de Picasso. En el caso de MET hay algunos óleos expuestos, y sin embargo lo más emocionante son sus grabados en metal y en linoleum. La obra de Picasso es su talento, su tema es el estilo Picasso. Lo que cohesiona el cuerpo de su obra es la capacidad del pintor español de extraer arte en estado puro de cada trabajo.
La curaduría del MoMA es un recorrido amoroso centrado en las mujeres que pasaron por la vida de Picasso, mujeres que se trastornaron y se transformaron a partir de relacionarse con este devorador de existencias, con este minotauro insaciable. Gran parte de la fascinación que despierta Picasso está en esa vitalidad que siempre demostró, en fundar su mito como un ser catártico que agotaba a quienes lo rodeaban. El sexo de Júpiter y el egoísmo de Narciso. “No vayas a visitarlo, dicen que al cabo de un rato te arranca la ropa, te arroja sobre sus lienzos y te viola, no te suelta hasta que se harta”. Esta advertencia más que ahuyentar a las admiradoras, las atraía en hordas.
El retrato de Fernande Olivier, amante de Picasso de 1903 a 1911 es una litografía en la que raspa la piedra para crear diferentes efectos de luz, es un retrato triste que nada tiene que ver con los de Dora Maar, que son felices, plenos, entregados. En la acuatinta Mujer con Tamboril Dora baila, toca un pequeño pandero y sonríe, Dora emerge desnuda de un fondo de tinta negra con líneas que definen el movimiento de los planos cubistas y las sombras. El grabado en punta seca del rostro de Olga, la bailarina que sin Picasso fue un deshecho penoso de un gran melodrama, es melancólica, disgustada, a punto de reprochar algo, el tratamiento del retrato es conservador y distante.
En el MET fueron mucho más lejos que en el MoMA, expusieron entre otras cosas, la Suite 347 completa. Esta serie de 347 grabados los realizó en el sur de Francia cuando viva ahí con Jacqueline, ella tenía 27 años y él 72. Se llevó a los impresores Aldo y Piero Crommerlynck para que se dedicaran a imprimir esta fastuosa colección. La obra más erótica de Picasso, basada en la Celestina de Fernando de Rojas y en la relación del pintor Rafael y Fornarina la amante que lo mató de agotamiento. Cuando terminó la serie fue expuesta en Paris en 1968 en la Galería Louise Leiris en salones cerrados por su alto contenido erótico y con previa advertencia al público, esta Suite no se pudo ver completa en España hasta 2003. Fascinado con la técnica del grabado en la que trabajó llegando a niveles nunca vistos, experimentando en todas las posibilidades de los diferentes procesos y estados de la placa, llevó la composición y el lenguaje del pequeño formato a lo más bello y depravado del erotismo.
En la Suite Vollard, ya mostraba el hedonismo de su vida, las mujeres que rodean al escultor y al minotauro son las mujeres de Picasso, que posaban desnudas y recibían al marchante Vollard que llegaba con prisas y una botella de champaña a recolectar los grabados de la serie mientras que Picasso semidesnudo dibujaba frenético y gozoso. En la Suite 347 el erotismo de Picasso se apodera de la intimidad de este pequeño formato y cada pieza es una intromisión a la humedad y calor de habitaciones de placer y promiscuidad.
Al ver los grabados y observar al público con sus audi-guías pegadas a los oídos me preguntaba que les podrían estar diciendo “en este grabado vemos como dos mujeres hacen el amor, mientras el cliente, un mosquetero elegantemente vestido se deleita mirando la orgía, una enorme verga destaca en el primer plano entre los cuerpos de las amantes”. Es un misterio.
Las celestinas llevan a los mosqueteros que entran a caballo dentro de las habitaciones donde estas doncellas están ofreciendo sus cuerpos, apenas cubiertos por un mantón y tocadas con peinetas de concha. Los grabados a veces son punta seca, otras son acuatintas algunas con barnices al azúcar. La narración va en ascenso de intensidad, un espadachín se arrodilla ante el coño de una mujer, Rafael ama a Fornarina con su paleta de colores en la mano y los senos de ella en la cara.
Mientras que en la pintura nunca alcanza este nivel de erotismo, Picasso hace del formato y de la técnica del grabado un lazo hasta lo más personal de su fantasía, de las imágenes que inventaron parte de su propio mito, del personaje que él creó.
Publicado en Laberinto de Milenio Diario, el sábado 8 de mayo del 2010.

11 comentarios:

Anxo Varela dijo...

Comparto tu entusiasmo por Picasso, por este Picasso que describes.

El párrafo sobre las audioguías me ha encantado, es deliciosa y refinadamente sarcástico. Siento lo mismo al ver a la gente como zombis delante de los cuadros, entregados, escuchando qué es exactamente lo que deben sentir y ver con sus propias mentes y ojos.

Mi mujer y yo llegamos a parecer maleducados por la poca atención que ponemos en carteles y audioguías o guías de carne y hueso, folletos y demás. A la gente le parece fatal que queramos ver simplemente los cuadros...

Liliana Mercenario Pomeroy dijo...

Quién no conoce los grabados eróticos de Picasso, a través de tus palabras puede acercarse a ellos no solo de manera descriptiva sino desde la fuente de inspiración que provocó al creador la necesidad de plasmar la vivencia..Eso es lo que se pierde de vista e impide SENTIR la obra de arte. Tu posees esa cualidad y sensibilidad de acercarte al arte y su creador desde su compromiso con el arte, su filosofía, mundo íntimo, y lo mas importante desde el latido del corazón del artista

Avelina Lésper dijo...

Si Ancho, ver las exposiciones desde el punto de vista de las audiguías es por un lado pérdida de tiempo y por otro limita seriamente la apreciación de la obra. Bacon exigía que en sus exposiciones solo se colocará en las cedulas el nombre de la obra, y así lo hicieron en la última retrospectiva -que también paso por Madrid-, pero la crítica de New York Times se quejó de esa museografía, la llamó fría y que le faltaba información y aportación. Ella es entusiasta del arte conceptual que es adicto a las explicaciones, pero lo relevante es que se ha convertido en un vicio llenar las exposiciones de letreros y explicaciones. Eso en el fondo es subestimar al público. Por otro lado me llama la atención que digas de “este” Picasso, ¿Hay otro tal vez? Un abrazo.

Anxo Varela dijo...

Jeje, Picasso mismo se sabía múltiple, y yo creo que hasta le gustaba ese juego. La mayor parte de la gente conoce el Picasso cubista, o el pintor, pero está el ceramista, el dibujante, el grabador...

Yo me refería a esta imagen de Picasso, que hoy casi es excepcional encontrar, la de un artista trabajador, vital y con una curiosidad insaciable, que es el que yo también admiro, y mucho. Hoy es más habitual oír cotilleos y superficialidades varias sobre tal o cual característica de su personalidad, sobre si era buen padre o no, y ese tipo de cosas. Pero nada sobre su trabajo, como en algunas películas sobre pintores de las de los últimos tiempos, en las que no se ve al artista usando el pincel ni una sola vez.

Avelina Lésper dijo...

Anxo: tienes razón ese el el Picasso que a mi me entusiasma el que agotó las técnicas, que llevó el grabado a lugares insospechados, lo linoleums son increíbles en composición y color, la impresión es impecable. Ya le puse otro comentario a Java Lee, está bueno ese debate.

Betuel Mercado dijo...

Gracias

H. M. dijo...

Picasso lo revelas como un artista vivo. Me cuesta trabajo pensar que lleva más de 30 años muerto. Creo que has dado una de las explicaciones más cercanas al fenómeno de la atracción que este hechicero ejerció en su momento y hoy lo sigue haciendo con sus cuadros y grabados. Lo que particularmente me impresiona es la fuerza de su presencia física, personalísima en su obra. Se siente que la mano de Picasso apenas acaba de soltar el pincel o que recién levantó el buril de la placa. Cuando nos llevas al estudio de Picasso desnudo, con sus cuartos promiscuos y sudorosos (¿así lo describiste o ya también lo estoy imaginando?) en la foto se ven las paredes abigarradas de cuadros, seguramente el piso está lleno de bocetos y dibujos, de pedazos de libros, pues se dice que los destrozaba, les arrancaba las hojas, los pintarrajeaba, los rayoneaba y cuando se los quitaban de las manos, esos libros se habían convertido en cuadernos de artista. Tienes una manera de interpretar al artista a través de sus obras, que lo regresas a la vida, nos lo muestras respirando, dudando, deseando y creando. A diferencia de las biografías o las biopics, donde es la mente del guionista la que imposta la personalidad del personaje, tú como un detective, te metes en los rastros que el artista dejó y descubres lo que estaba sintiendo en el momento que quedó congelado en una placa o un lienzo. En este breve texto pude ver al verdadero Picasso, y no a Anthony Hopkins caricaturizando a Picasso. Los artistas vivos o muertos, necesitan que los retrates y los preserves vivos en estos ensayos, ojalá que no tan cortos. Bueno, ya estoy exigiewndo un libro.

Lenin Rojo dijo...

Que suerte que hayan presentado de la manera en que lo cuentas la
obra erótica de Picasso.El nombre de este artista siempre refiere a
arte y deseo y por tanto a transgresión.La legitimación del deseo como
fuente primordial del conocimiento , no en vano hubo una manzana como
su símbolo y la vieja aspiración surrealista de que la verdadera
revolución es la victoria del deseo.Conocimiento del deseo, deseo del
conocimiento,manzanas ,mujeres,gatos ,mosqueteros,leyendas; en verdad
es la historia de Picasso y la nuestra.
Del artículo sobre los cuadernos de Orozco qué maravilloso que
insistas en la práctica de la pintura que mantuvo el maestro para
expresar el dolor y la indignación de vivir,ayer como hoy, en un país
secuestrado por la violencia y el miedo.Para no aceptar la
entronización de la estulticia y la desverguenza, y yo digo que la
corrupción que tu denuncias en arte es la misma que la de los
gobernantes maniquéos , que se atreven a declarar guerras para su
beneficio y conveniencia,la misma que la de los diputados y senadores
que hoy como en la época de Orozco estan dispuestos a pasar por encima
de cualquier valor con tal de alcanzar un precio.
Y el pánico terrible que siente la gente de éste mi país, para
nombrar las cosas por su nombre.Un gobierno de corruptos que prohija
un arte espurio y conformista y un pueblo sometido que se deja
expoliar,y qué, como tu señalas,¨¨sabe que estamos hechos de sacrificios sangrientos y que ese destino nos perseguirá siempre

anarkasis dijo...

cuanto más viejo más pellejo, del refranero popular español.

Te hago notar la dedicatoria general de la 347 "...para Rafael Alberti y SEÑORA", remarco que no es un frase hecha sino una época frenética que pasó con ellos ambos,
¿y, tiene un espejo en Alberti?,
- Si.
y así lo ha admitido su compañera de Alberti.

Anónimo dijo...

Buen texto estimada Avelina,
Me gusta cuando escribe sobre lo que la apasiona. ¿Cuándo nos deleitará con un texto sobre pintores mexicanos¨buenos? Lo de Guillermo Arreola es regular por la sencilla razón de que es un diletante que pinta como si estuviera en los ochenta y escribe rebuscado. Defienda la pintura mexicana, sus lectores lo agradeceremos. Saludos cordiales. Santiago Reyes

Sex Shop dijo...

Muy buenooo!!!!!!!!