Observar al arte es una forma de consultar al Oráculo, los antiguos griegos y romanos creían en su capacidad para revelar la voz del destino. Esta fatalidad ha sido representada en grande s obras como vaticinios ineludibles, anunciando con claridad y certeza hechos que transformaron la historia de naciones y la vida de personas. Para la entrega de María Antonieta a la corte de Francia construyeron un pabellón en una isla en el Rin decorado con tapices que representaban Los Amores de Jasón y Medea. El pabellón estuvo abierto al público como una extraordinaria galería, entonces Goethe exclamó disgustado ante las imágenes de niños degollados, mujeres asesinadas y tronos ensangrentados, “¿Cómo ponen bajo los ojos de una novia estas bodas trágicas? Se ha evocado al más odioso de los espectros”. El arte anunció implacable y exacto el destino de la futura reina y del que ella misma afirmó “he nacido para traer desagracia”. Antes de estallar la Revolución Francesa, David tuvo dos encargos por parte de la corte, el primero pintar una escena de la historia de los Horacios de Roma, en donde tres hermanos le juran a su padre defender su patria hasta la muerte. Tienen la mano levantada y su padre sostiene las tres espadas, el manto rojo dice que se trata de una guerra sangrienta. El cuadro por su estilo y factura fue una obra revolucionaria para el mundo del arte y al entrar al Salón representó la imagen de la Nación. Al llegar la toma de la Bastilla cuatro años después, El Juramento de los Horacios fue la obra que anunció la Revolución y en el Juramento del Juego de Pelota los revolucionarios levantan la mano como los Horacios. El segundo encargo vaticina el destino de la corte y predice el Terror, Los lictores devuelven a Bruto el cadáver de su hijo. Esta obra describió el futuro que le esperaba a Francia: Bruto manda que decapiten a sus hijos al descubrir que planean una conjura contra la patria y su gobierno. Vemos como el padre recibe de espaldas el cadáver de su hijo y en la mesa hay unas tijeras que cortan el hilo que nos une a la vida. Con esta obra David dejó cerrada la suerte de Francia que vería como las cabezas de sus hijos, reyes y líderes caerían por traición. Van Gogh que poseía el delirio de los que vaticinan, pintó en 1889 La Noche estrellada que es una imagen de los bombardeos que sufriría Europa en la Primera Guerra Mundial. Esto lo confirmó Klimt con Las Fuerzas Enemigas de 1912, la Tres Gorgonas: enfermedad, locura y muerte. Lo que no veían los políticos lo vieron los artistas, ellos podían presentir el futuro trágico y con fatalismo pintarlo. En ese momento los posee Sófocles que guía su mano y les dicta “Una generación no cuida a la que sigue, hay un dios que las hiere sin darse tregua”. Ludwig Meidener pinta La Ciudad Incendiada en 1913, las llamas devoran casas y edificios ante los gritos aterrados de siluetas impotentes. Oscar Kokschka en 1914 pinta la Dama del Viento, cuando se creía que la Guerra duraría sólo unos meses el cadáver de un hombre es llevado por una mujer que es una muerte que lo protege. En 1923 La Mujer Oscilante de Max Ernst profetiza las torturas de los campos de concentración. La Persistencia de la Memoria de Dalí en 1931 le dice a España que la dictadura que padecerá con Franco no la podrá olvidar jamás. Cabezas de Jacques Hérold vaticina en 1939 la Segunda Guerra con un cielo cubierto de ceniza que una multitud observa con incertidumbre. Ya en nuestra década el arte conceptual es lo que llamaron los filósofos griegos un falso oráculo que sin embargo anunció algo, en su mentira predijo otra y prefiguró un destino: haber llamado arte a lo que no es arte, avisó que no había dinero donde decían que había dinero. Saturaron el mercado con inversiones basura como han invadido los museos de basura. El mercado financiero sostenido en fraudes y mentiras se derrumbó descubriendo su vacío. La producción en serie de la desgracia del arte es el anuncio de esta crisis y pasará a la historia como el otro gran fraude del siglo. Por eso yo le anuncio al arte verdadero lo que la Pitonisa de Delfos le reveló a Alejandro “Eres invencible”.
Publicado en el suplemento Laberinto de Milenio Diario el 3 de enero del 2008.